Por: Alberto Franco.
Cada 15 de Septiembre la Iglesia Católica Universal Conmemora los Siete Dolores de María y en San Antonio El Teocinte no fue la Excepción.
Las actividades iniciaron a las 16 horas con el Rezo del Santo Rosario a cargo de los integrantes de las Hermandades, continuando a las 17 horas con la Meditación de los Siete Dolores.
A las 18:30 horas se ofició la Santa Misa de Clausura de la Velacion, acompañada de una emotiva Hora Santa con el Santísimo Sacramento del Altar.
Alegoría de la Velacion:
«La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús»
Base bíblica | Evangelio según san Lucas 2, 22-35:
«La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús» Base Bíblica: Evangelio según san Lucas 2, 22-35 Cuando se cumplieron los días de la purificación de María, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.
Reflexión:
Virgen María, por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor… Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes. Amen.
Nuestra Señora de todos los Dolores, ¡Ruega por nosotros!