Bueno, yo les quiero contar una anécdota que pareciera ser un milagro de Jesús de Candelaria, nos sucedió en el año del 2015.
Mi papá tuvo un accidente de carro en la cuaresma, para ser más específicos un viernes.
Él se había fracturado el húmero en tres pedazos y también en el mismo tiempo, a mi abuela le descubrieron un tumor.
Pasaron los días de la cuaresma y llegó la semana grande. A mi abuela la operarían el jueves santo, mi papa no podría asistir al cortejo y por ende, yo tampoco porque soy menor de edad.
Pasaban la horas del «Jueves Blanco», yo no estaba seguro si asistiría; como a las 10:00 horas un mi tío vino y me dijo si quería irme con él, acepté por supuesto la invitación.
Caminamos un poco al lado de Jesús de Candelaria y después descansamos, el cortejo se enfilaba por la primera avenida, nos incorporamos a él.
Al llegar el cortejo sobre la tercera avenida, mi tío se percató que había un turno específicamente de los que salían de la procesión infantil a la grande. Hablé con el inspector y me dijo que me esperaba para ver si había espacio.
Así se manifiesta Dios en un milagro de Jesús de Candelaria
Pasados los minutos me metieron a cargar, era el brazo 49, arriba quedaba Jesús. Sonó el timbre y me quedé en actitud de oración pidiendo por la salud de mi abuela y mi papá.
Al los cinco meses se recuperó mi abuela, y mi papá a los 8 meses debido a que era una fractura grave. No me queda mas que decirle gracias a Jesús por la recuperación de mis seres más queridos.
«Tanto se había extendido su devoción popular, tanto se hablaba de su milagros, y tanto era admirada su belleza escultórica que en el año de 1917 el Arzobispo de Guatemala decide Consagrarlo, en ceremonia especial la tarde del sábado 3 de Febrero de 1917.»
Anécdota de David Lima.
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