(texto original de Paul García)
Yo tuve mi mejor turno en el 2014, podría considerarlo así, por la enseñanza de humildad que me dejó lo que me pasó con Jesús de las tres gracias del Beaterio de Belén.
En la Semana Santa 2015 tenía muchas ganas de volver a tenerlo en mis hombros, pero cuando fui a comprar mi turno, ya no habían ordinarios; y tenían en existencia pocos extraordinarios, por lo que compré uno en el Arco de Correos.
Confiado me fui a mi casa con mi turno, el dia de martes santo ya estaba listo, me tocaba cargar aproximadamente a las 11:30 pm; salí a hacerle el encuentro a las 6:00 pm para poder acompañar un rato a Jesús del Beaterio de Belén, pero cuando me puse el turno decía «Parque Colón» cuyo turno ya habia pasado; no sé qué pasó y cómo es que pude equivocarme, me puse muy triste.
Aún con la Fe puesta en Dios, recé para que él viera en vez de mis errores, mi devoción; y fui insistente, en cada cuadra para tener la oportunidad de cargar hasta que logré llevar en hombros al Nazareno de Belén en el turno 42.
Aprendí que no importa si es un turno de honor u ordinario, sino lo que vale es la devoción que tienes y que la razón por la que quieres cargar es para ser un buen cucurucho luz.
¡Cuenta tu anécdota!