Que bueno Señor es detenerme ante tu altar y hablar contigo un viernes de cuaresma cuando mis penas me agobian; detener mis pasos en las filas, mientras pasa el anda a mi lado y reflexiono mi proceder, mi actuar.
Señor, me gustaría detenerme en este mismo instante. ¿Por que tanta agitación de andar de procesión en procesión, de turno en turno? ¿Para que tanto frenesí, sin recordarme de ti en el sagrario? Pasan los dias de esta Cuaresma y vendrá la Semana Santa… y depues pasara la vida… ya no se detenerme. Me he olvidado de orar y de meditar realmente lo que digo estar viviendo como cucurucho, como devota, como simple espectador de estas bellas procesiones, muestras de nuestra fe sobre andas.
Cierro ahora mis ojos e imagino esos bellos cortejos procesionales, las bandas, los amigos y amigas en filas: Quiero hablar contigo, Señor, pero a veces siento que no te encuentro fácilmente… es realmente que no estas allí o soy yo el que tengo que cambiar mi forma de hacer las cosas. ¿Por que tanta prisa por llegar a la salida o la entrada de la procesión, si no me detengo a ayudar a mi hermano en necesidad? ¿Por que tanta agitación de recoger mi turno, si se me olvida pedir primero tu bendición al ir a misa, confesar y comulgar?
Lo verdaderamente importante es buscar tu rostro bendito, tus manos que se reflejan en las de mis hermanos que me has regalado en mi caminar, que son una bendición para mi vida; no por cargar muchas procesiones, se que salvare mi alma, si olvido lo mas escencial. Lo verdaderamente importante es detenerme y esforzarme en hacer una verdadera conversión, pues se que te encuentro en mi turno anual de la procesión de tu bella imagen a la cual le rindo mi devoción, pero se que solo es un recordatorio de lo que sufriste por nosotros.
Señor: se que Tú eres la Grandeza, la Hermosura, la Magnificencia, que Tú eres el Amor y por eso considero que lo urgente es hacer y dejar que Tú hables dentro de mi no solo cuando voy en filas, cuando estoy debajo del brazo de las andas, sino también en la intimidad de mi cuarto, de mi vida, en tu altar, en el Sagrario: se que debo sacar tiempo para ser bendecion para otros y no exigir bendiciones como si fueran deudas de honor. Deseo hablar tu Nombre y que mis hermanos al verme a mi, te vena a Ti, agradecerte por todas las bendiciones que derramas en mi vida, poder agradecerte con mi penitencia que cuando estoy pasando por pruebas, Tu estas a mi lado, nunca me abandonas y siempre estas en control, agarrando mi mano para no dejarme morir en la depresión de las penas humanas. Simplemente, estoy con este corazón contrito ante Ti, mi Señor que te encuentras representado en todas y cada una de estas bellas imágenes que serán procesionadas o que serán veneradas en velaciones que no estan tanto como simple adornos bonitos, sino para darte gracias y alabarte y sentir tu Presencia, a través de los dones que les regalaste a los artistas que han realizado su trabajo para acercarme a ti…
Señor, mi Jesús Nazareno, mi Cristo Crucificado, mi Señor Sepultado… mi JESUCRISTO RESUCITADO: me llenas de Paz, tranquilidad, gozo, me llenas de tu esencia… Te amo, porque se que es bueno es detenerme para estar delante de Ti.
Dame fuerzas para seguir una cuadra más, hasta poder llegar… Amen.