(Texto original de Devotos en Guate)
El día jueves 17 de abril de 2014, me desperté en la madrugada para alistarme, ya que aquel día seria mi primera vez en llevar en hombros a Cristo Rey.
A las 4 am ya estaba preparado, pero por desgracia me puse enfermo, me faltaba el aire y después de un rato ya eran las 5:30 am y sentía que no podría cargar. Pero de un momento a otro, me sentí mejor y le dije a mi madre. Entonces tomamos un taxi, ya que vivimos lejos de la zona 1.
Pero las calles del centro estaban cerradas debido a la elaboración de alfombras y el taxi nos dejó en el Conservatorio Nacional de Música. De ahí tuvimos que irnos a pie, llegamos pero ya había bastante gente y no pude ver la salida.
Esperamos el paso del cortejo en el Cerrito del Carmen. De ahí lo vimos en el turno 16 y yo tenía el turno 43, era a las 11 am aproximadamente. Así que me salí del cortejo a desayunar, pero pasé a Catedral Metropolitana a rezar y darle gracias a Dios por aquella oportunidad.
A las 10 fui a la cuadra que me tocaba. Mi turno era a un costado de San Sebastián. Llego el momento más hermoso de mi vida; empezaron a llegar los estandartes, y ya estábamos formados todos los del turno. Se aproxima el anda, sonó el timbre y tomamos el turno, fue la experiencia más hermosa de mi vida, caminando lentamente al compás de la marcha “Cristo Rey” de Miguel Zaltrón.
No pude evitar derramar lágrimas ya que muchos en mi turno también tuvieron la misma experiencia. Llego el final del turno, pero no quería que acabara. Ahora espero con ansias otro Jueves Santo de Jesús de Candelaria, «Cristo Rey».