Consagrada y Coronada Imagen de la Santísima Virgen del Rosario de Quetzaltenango de la Santa iglesia Catedral, Espíritu Santo
Reseña Histórica de la virgen del Rosario de Quetzaltenango
Cuenta la leyenda que la Santísima Virgen del Rosario llegó a Quetzaltenango en manos de los españoles, teniendo por destino la antigua capital de Guatemala, la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala (Hoy en día, la Antigua Guatemala). Al pasar por Quetzaltenango, los españoles descansaron y admiraron la ciudad.
"Pero en cuanto quisieron retomar su camino, la carreta que era jalada por bueyes y que portaba la imagen no pudo moverse, ni estos animales ni las personas pudieron moverla. Los españoles observaron que era imposible movilizar la imagen y por fe creyeron que la Santísima Virgen deseaba quedarse en Quetzaltenango. Fue así como decidieron que la imagen permaneciera en la Santa Iglesia Catedral, parroquia del Espíritu Santo."
La Virgen del Rosario que se venera en la Santa Iglesia Catedral, parroquia del Espíritu Santo de Quetzaltenango, está tan íntimamente ligada al nombre de la ciudad que no se puede mencionar uno sin asociarlo con el otro.
Los quetzaltecos tienen tan arraigado el sentimiento de veneración, respeto y admiración por su Patrona Espiritual, que la Virgen del Rosario constituye el más fuerte, significativo y ancestral valor religioso-cultural del pueblo. Con justicia se ha dicho: “Quetzaltenango es la ciudad de María”.
Se da por un hecho que el nombre del tallador y su procedencia queden por siempre perdidos en la nebulosa del tiempo y del espacio. Las especulaciones populares al respecto, pasan de la realidad a la fantasía y la tradición les da un hondo significado humano y religioso.
El presente artículo es más una cronología de la Virgen, que un estudio detallado de su procedencia y fue preparado por investigaciones llevadas a cabo por su autor desde el año de 1970, para ser incluido en el estudio histórico-fotográfico-arquitectónico “QUETZALTENANGO”, obra publicada en octubre de 1980.
Hoy lo reproducimos aumentado con nuevos descubrimientos y aportaciones, encontradas en documentos y enseres, que revelan con precisión un dato de suma importancia: lo antiguo que es la presencia de la imagen de la Virgen del Rosario en su Catedral y a la par su culto tan arraigado en el pueblo.
En el año 1.975, Quetzaltenango celebró con gran pompa el 150 aniversario de haber sido proclamada ciudad. En octubre llegó a la ciudad una comitiva presidencial siendo el primer mandatario el General Kjell Eugenio Laugerud García.
Dentro del programa realizado se incluyó una visita a la capilla de la Virgen, donde el Primer Magistrado de la Nación se postró de hinojos y elevó preces.
Enseguida pasó a la antigua sacristía donde el párroco Eugenio Valbuena, sostuvo larga charla con él, se le presentó el saludo del pueblo católico, se le mostraron las pertenencias de la Virgen y se le dio una explicación sobre la imagen tan antigua.
Una nota curiosa sucedió el mismo año de 1.975 en la procesión que el último domingo de octubre recorre alrededor del parque Centroamérica, cuando concluyen las fiestas en honor a la Virgen alteró su recorrido tradicional y luego de pasar por la once avenida, cruzó hacia el oriente por la calle de San Sebastián, coronando el Palacio Municipal.
Este fue el homenaje del Presbiterio y la Iglesia al pueblo por la singular fecha que se celebraba. La procesión fue como todos los años solemnísima, participando todas las asociaciones religiosas de la Diócesis, portando sus estandartes, acompañados por delegaciones de socios.
La Virgen del Rosario, lucía ese día un manto procesional color turquesa traído especialmente de España donde fue bordado a encargo de la apreciable señora Consuelo B. de Elías, quien se unió en generoso aporta a la feligresía y Asociación de la Virgen que reunieron el pago del manto.
Esta singular procesión de 1.975, en el año de la celebración del Sesquicentenario de la proclamación del pueblo de Quetzaltenango como “ciudad”, estuvo encabezada por los sacerdotes de la ciudad, quienes acompañaron al señor Obispo de la Diócesis de los Altos, Monseñor Luís Manresa Formosa.
En el año de 1.976, se celebró en Catedral Altense, un solemne oficio religioso de Acción de Gracias a la Virgen del Rosario, presidido por Monseñor Luis Manresa Formosa, para orar por los fallecidos en el fatídico terremoto del 4 de febrero de ese año y Monseñor Manresa, elevó oraciones especiales a la Virgen y agradeció en nombre de la feligresía, el haber librado a Quetzaltenango y la zona occidental, en donde el movimiento telúrico causó leves daños materiales, sin pérdidas humanas.
La Asociación femenina Pro-Quetzaltenango, se hizo presente nuevamente a través de su presidenta, la señora Consuelo Brupbracher de Elías, “Hija predilecta de Quetzaltenango”, en el año de 1980.
El sábado 25 de octubre, llegaron a la localidad y por la mañana entregaron al párroco de Catedral, Rev. Julio Betancourt y al Rev. Enrique Yarsebzky de un nuevo manto procesional, pues el obsequiado en el año de 1952 se deterioró, debido a que en muchas ocasiones, cuando la Virgen lo lució en procesión, debido a la fecha, hubo lluvia y esto lo fue destruyendo.
El manto fue colocado a la Virgen del Rosario rápidamente ya por la tarde, en un solemne oficio, Monseñor Oscar García Urízar y el Rev. Julio Betancourt lo bendijeron.
Catedral fue insuficiente en esta oportunidad para dar cabida a la feligresía que fue en masa para asistir a la ceremonia. En esta ocasión doña Consuelo de B. de Elías hizo una reseña de cómo se consiguió la nueva prenda para la Virgen del Rosario y exhortó al pueblo a rezar por la humanidad doliente.
Este manto lució la Virgen al otro día en su procesión anual alrededor del Parque Central, en donde como siempre en esta fecha, no menos de treinta mil personas se congregaron para ver pasar la imagen, que lucía el precioso manto nuevo, color vino tinto, con un bello bordado en oro y que hacía resaltar las facciones de la Virgen con una nueva serenidad.
Al finalizar los festejos litúrgicos en honor a la Virgen y consagrase el nuevo manto en este año de 1.980, el viejo manto fue recortado en corazones que luego se hicieron prendedores, estando benditos. Los feligreses que lo recibieron, lo guardan como un preciado tesoro.
El 20 de enero de 1.981, la Virgen del Rosario cumplió doscientos años de haber sido consagrada, considerándosele una de las más antiguas y veneradas imágenes de la República.
Fuente: Quetzaltenango, la Ciudad de María. Por Carlos Osberto Rivas López. Autor de la investigación histórico-fotográfica-Arquitectónica “QUETZALTENANGO”
Doble coronación de la Virgen del Rosario de Quetzaltenango
En 1784 el obispo Cayetano Francos y Monroy coronó a la Virgen del Rosario de Quetzaltenango.
El 7 de marzo de 1983, el papa Juan Pablo II arribó a la ciudad de Quetzaltenango con el objeto de que la patrona de este departamento fuera coronada por segunda vez. La Virgen sale en procesión por el parque desde 1902.
La Leyenda de la Patrona de Xelajú
Documentos del siglo XVI copiados en el siglo XVII hablan de la fundación de una cofradía de la virgen del rosario en el año de 1547, cuando se establecen las capitanas españolas y capitanas indígenas de las primeras en mención ya desaparecieron no así las segundas.
En esos años la imagen era procesionada dominicalmente por las calles del cementerio colonial ubicado alrededor del convento de San Francisco, hoy centro comercial, casa de la cultura de occidente y la manzana que está atrás de catedral.
El escritor J. Luis García A. en su libro “Don Rufino” en las Primeras décadas del siglo XX en el capítulo 20 titulado “EN XELAJU” narra la conseja nacida después de la segunda invasión al estado de los altos por Rafael Carrera que vino a convertir en patronazgo un caso misterioso.
La conseja relata que las mujeres afligidas ante la invasión corrieron al templo a postrarse ante la imagen de la virgen del rosario rogándole por sus hijos, esposos y hermanos.
Cuando Carrera se acercaba a la ciudad en un bosquecillo fue detenido por una elegante y bella dama, la que con su belleza cautivó al salvaje, entablando un diálogo entre los dos.
Carrera expresó que los altenses eran unos cobardes que se escudaba en una dama enviándole a pedir mercedes, ella hizo prometer al desalmado que no cometería los crímenes del año cuarenta y a la vez le indico que le vería en la iglesia del espíritu santo.
Al estar en la ciudad la busco por todos lados y no la encontró, a la hora del Te Deum el feroz conquistador ingreso a la iglesia junto a ilustres personajes y corporaciones invadieron el templo.
Acompañado de su séquito llegó el guerrillero ganador de batallas. El oficio iba a comenzar !Allí Estaba Ella! ! La niña anhelada estaba allí! Era la virgen del rosario, que el día antes, se hizo mujer de Quetzaltenango para ir a obtener la promesa que nada le pasaría a su pueblo.
La mente del guerrillero se iluminó. ¡El odio Feroz que ya miraba sus pasos y sus acciones desapareció! la cita se había cumplido; allí estaba ella esperando, desde entonces se hizo patrona de Xelajú.
Y así como lo narra J. Luis García A. Cierto o ficticio, este es el inicio del patronazgo de la Virgen del Rosario cuyo reinado viene desde 1849 cuando ocurrió la segundo invasión de carrera a los altos.
Fuente: «Breve Antología de Orgullos Quetzaltecos Virgen del Rosario«, 2006, Profesor Ronald Ernesto Barrios Batres.