Demasiado peso | Prosas cuaresmales
DEMASIADO PESO, prosa #12
Estaba emocionado, Señor. Como en años anteriores esperaba impaciente en la esquina, el momento de llevarte en mis hombros. De rodillas, a la señal de la matraca, incliné mi frente y recé para recibir tu bendición. Ya imaginaba el dulce peso que nos obligaría a hacer ese esfuerzo especial.Leer más »Demasiado peso | Prosas cuaresmales