Por: Edwin García.
Con el significado «Rey de los siglos eternos» recorrió las calles de la ciudad el Señor sepultado el viernes santo de 1979.
Sería un año especial pues era la primera vez, desde 1975, que el cortejo salía completo de nuevo.
Este año volvió a salir el paso del Cirineo y también San Juan y Magdalena luego de reparados de los daños causados por el terremoto de 1976.
Un adorno sencillo, adelante un joyero en forma de corazón y varios pergaminos a los largo del anda con números romanos simbolizando los 20 siglos de cristianismo.
Al centro, estrenando túnica lisa color beige el Señor sepultado dentro de la urna, la que iba colocada en un catafalco color café con aplicaciones beige. En la parte posterior una corona simbolizando la realeza de Jesús.
La Santísima Virgen con un adorno similar, un joyero en forma de corazón al frente y el tradicional ajuar de Monjas blancas que era el que más utilizaba por esos años.