Aquí está el recorrido procesión de pésame de la Recolección 2024 con la Reina de la Humanidad. El Sábado Santo marca el duelo y pesar de la Santísima Virgen María. En su soledad, como cucuruchos y devotas tenemos el compromiso de consolarle y acompañarle.
Aquí encontrarás:
Entre esas lágrimas existe la esperanza de ver a Cristo su hijo, en la gloria de su reino.
Por eso, antes del triduo pascual acompañemos la procesión de la Soledad de la Recolección y entremos con júbilo a los santos oficios para celebrar con alegría la vida por medio de la resurrección.
Puntos de referencia de la procesión de pésame de la Recolección 2024:
- 15:45 horas, salida de la procesión de pésame 2024.
- 16:30 horas, parque El Sauce.
- 18:00 horas, entrada y finalización del recorrido de la procesión de pésame de la Recolección.
Recorrido procesión de pésame de la Recolección 2024
La soledad de María:
Meditar sobre la soledad de la Santísima Virgen María es sumergirse en un profundo océano de emociones y enseñanzas espirituales. María, la madre de Jesús, experimentó la soledad de manera única y profunda, desde el momento en que recibió el anuncio del ángel hasta la crucifixión de su hijo en el Calvario.
La soledad de María comenzó en el momento en que aceptó el plan divino de ser la madre del Salvador. Su sí incondicional la llevó a enfrentar el juicio y el rechazo de aquellos que no entendían su misterioso embarazo. Esta soledad se profundizó a medida que Jesús crecía y se enfrentaba a la oposición y la incomprehensión de las autoridades religiosas y políticas de su tiempo.
La soledad de María alcanzó su punto culminante en el Calvario, donde contempló el sufrimiento y la muerte de su hijo. En ese momento, su corazón fue traspasado por la espada del dolor más profundo. Sin embargo, su soledad no fue solo un sufrimiento pasivo, sino una participación activa en el misterio de la redención. En la soledad de María, encontramos un ejemplo de fortaleza, fe y entrega total a la voluntad de Dios.
Meditar sobre la soledad de María nos invita a reflexionar sobre nuestras propias experiencias de soledad y sufrimiento. Nos recuerda que la soledad no es un signo de abandono divino, sino una oportunidad para unirnos más íntimamente a Dios y a los que sufren a nuestro alrededor. En la soledad de María, encontramos consuelo y esperanza, sabiendo que ella intercede por nosotros ante su Hijo.
La meditación sobre la soledad de María también nos llama a reflexionar sobre nuestra relación con ella como madre espiritual. Nos invita a acudir a ella en nuestros momentos de soledad y desolación, confiando en su amor maternal y en su intercesión poderosa ante Dios.
En resumen, meditar sobre la soledad de la Santísima Virgen María nos lleva a un profundo encuentro con el misterio del sufrimiento humano y la redención divina. Nos invita a encontrar consuelo y esperanza en su ejemplo de fe y entrega total a la voluntad de Dios, y a acudir a ella en busca de consuelo y ayuda en nuestros propios momentos de soledad y dolor.