Anécdota de: David Lima.
Yo desde muy pequeño seguía la cuaresma y la semana santa pero uno de los cortejos que mas me gustaba era el de Jesus Candelaria , al que por costumbre asisto todos los años.
En el año 2015 mi papá se accidentó y estaba en rehabilitación y mi abuela tenia un coagulo en el cerebro. Por ende razón yo creía que ese año no asistiría al cortejo.
Pero a las 10:00 am mi tío me vino a recoger a mi casa para acompañar aunque sea algunas horas el cortejo. Nos metimos en filas , yo muy entusiasmado de asistir. Llegando a la 3ra avenida y 9en calle «A» mi tío se percató que ese preciso turno era bajo y me dijo que fuera con el inspector para ver si habían espacios libre.
Yo fui con un poco de temor al preguntar y me dijeron que esperar hasta que estuvieran cercas las anda, yo estaba inquieto e impaciente a saber si cargaría o no.
Se acercaban las andas y yo estaba muy nervioso y me dijeron «metete» (sic) y me numeraron en el brazo 49 yo no podría creer que cargaría a la imagen de mi devoción.
Llegó la hora de inclinarse antes del turno y seguí si poder creerlo. Sonó el timbre agarré mi horquilla -por cierto muy pesada-, levanté la mirada pedí por mi papá y mi abuela por supuesto, se veía el lindo y misericordioso rostro de Jesús de Candelaria.
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