Anécdota de Fredy Álvarez
Luego de volver de cargar al Señor Sepultado de la Escuela de Cristo el Viernes Santo 2015, sentí una molestia en el riñon izquierdo, fue algo que me preocupó y se lo comenté a mi hermana (que es enfermera), ella me recomendó ir con un urólogo.
El 14 de abril de aquel año en la madrugada, el dolor se intensificó, se lo platiqué a mi esposa y me dijo que siguiera el consejo de mi hermana. Fui con el doctor y me mandó a hacerme un ultrasonido, el cual me hice a las 11.00 am, le llevé los resultados al doctor y me dijo que tenía una piedra de más de un centímetro en el riñón, que debía operarme y que me costaba Q. 20,000.
Pero antes debía realizarme una tomografía y fui a hacermela a las 3.00 pm, luego de ello fui a la Iglesia de la Merced de Antigua a pedirle a Dios que me sanara, al entrar estaba expuesto Jesús Sacramentado, me hinqué delante de Él y llorando le pedí que me sanara; porque yo no tenía el dinero para operarme, nunca había orado con tanta Fé como aquel día.
Al salir fui a recoger los resultados y se los llevé al doctor quien asombrado los leyó, y asustado por el resultado me dijo: mi amigo Usted no tiene nada, el resultado de su examen dice que su riñón está completamente sano, el doctor no salía del asombro y Yo no paraba de llorar porque sabía que Jesús Sacramentado había obrado un milagro en mí.
El doctor aún incrédulo volvió a revisar los exámenes y confirmó lo dicho, la piedra del riñón había desaparecido. Yo guardo ambos exámenes como recuerdo que cuando uno ora con Fé, ¡Dios responde inmediatamente! porque entre cada examen solo hubo 4 horas.