(Texto original de Any)
Ese Jueves Santo, eran aproximadamente las 5:30 de la tarde, cuando junto con mi esposo (Q.E.P.D.), nos subimos a las tarimas que ponen frente al Palacio Nacional. Yo tenía 4 meses de embarazo de mi primer bebe y para ese tiempo aun no sentía movimientos de él.
Con tanto amor, fervor, devoción y sobre todo con Fe, le pedí a Dios que a través del Morenito me diera la señal, que todo iba bien con mi bebé porque no se movía. Justamente cuando entonaban la marcha “Una Lagrima”, empecé a sentir escalofríos, mi esposo puso su mano sobre mi vientre y en el momento que él pasaba frente a nosotros, mi bebé empezó a moverse y yo no pude contener mis lágrimas al sentir eso tan bello.
Desde ese día prometí no faltarle ningún Jueves Santo a “Cristo Rey” y cada año vamos con mis bebes y mi familia a verlo justamente en el mismo lugar.
Les comento, mi bebe tiene 6 años y es un milagro también, ya que por complicaciones en el parto, él no iba a vivir y lo tengo conmigo gracias a ese bello milagro que volvió hacer en mi vida y dejándome a mi bebe, es mi motor y mi gran orgullo, veo en él un pedacito de Dios.
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