LA «PARROQUIA VIEJA»…. La víspera del 15 de agosto de 1723, cincuenta años antes de que se trasladara la ciudad al Valle del Virgen en 1773 y a 234 años de distancia de este nuestro tiempo que nos ha tocado a nosotros vivir, se inauguró la Ermita (nombre que reciben los templos que están fuera de los entornos citadinos) de Nuestra Señora de la Asunción , en la antigua plaza que servía de desembocadura a la calle del Guarda del Golfo, actual 4ta. calle de la zona 6 a un costado de la Parroquia Vieja, continuación del Camino Real, que iba de ida y vuelta entre el Golfo Dulce (Izabal) hasta la ciudad de Santiago de Guatemala.
Utilizado por los viajeros y las caravanas de comerciantes importadores y exportadores con sus patachos de mulas que procuraban el abasto de la ciudad capital del reino de Guatemala que a la sazón, era la capital de Centroamérica.
Don Héctor de la Barreda, de origen noble, soldado español recibió como premio de conquista varias «caballerías» que son espacios determinados de terrenos que se entregaban a los conquistadores «de a caballo», de allí su nombre.
Los soldados de a pie recibían unas porciones de tierra más pequeñas llamadas «peonias», propiedades ubicadas en torno a la Ermita en dirección nororiente de la Plazuela del Guarda del Golfo.
Allí se pastoreaba el ganado vacuno que venía desde Cuba para proveer de carnes y pieles a los habitantes de la ciudad, razón por la cual, el espectáculo que se tenía a la vista en llegando, al observar los grandes aluviones verdes y frescos sobre la planicie en la que se miraban, como puntos blancos y negros entre el verdor, las reses en torno al cerro del Carmen, preexistente desde las primeras décadas del siglo XVII.
Esto originó el nombre del valle «de las vacas», anterior a la construcción de la ermita del cerro del Carmen.
La Iglesia que actualmente conocemos como «La Cruz del Milagro» funciona en la antigua sede de la Ermita de Ntra. Sra. de la Asunción que había sido elevada a la dignidad de Parroquia en 1776, primera concedida en el valle por la traslación de la ciudad.
Al servir de escenario para la ceremonia oficial del asentamiento provisional de la ciudad trasuntada, ser la sede de la fundación del tercer asentamiento de la ciudad que ya casi alcanza su 5to. centenario y haberse trasladado a ese recinto la sede y archivos de la Ermita del Cerro del Carmen, llamándosele por esa razón, a partir de ese año «Asunción de la Ermita».
Posteriormente, la Asunción de la Ermita fue absorbida e incorporada a la Iglesia de Ntra. Sra. de Candelaria, por orden del Ilmo. Cayetano Francos y Monroy, por lo que la nueva sede pasó a ser «parroquia» a partir de ese momento, recibiendo los libros y archivos de la «Asunción de la Ermita» que paso al abandono temporal -por encontrarse en mal estado-, y en su recuerdo, la piedad popular inspiró el sobrenombre de «Parroquia Vieja» que afortunadamente perdura hasta nuestros días.
El estimado Historiador, Licenciado Manuel Morales Castellanos, vecino de la Parroquia, cuya casa de habitación está ubicada en la antigua Calle del Golfo, promotor del reingreso de Jesús Nazareno a su barrio a partir del Lunes Santo de 1996, nos indica que «El nombre de la ciudad no fue refrendado bajo el patrocinio del Sr. Santiago, por el Rey Carlos III, al haber respetado las creencias de los vecinos y nuevos ciudadanos dándole el nombre de la ermita como «apellido» de la ciudad».
Continúa indicándonos el Lic. Morales que «Don Martín de Mayorga, presidente de la Audiencia de los Confines y Capitán General de Guatemala dirigió la travesía hasta las reducciones de los pueblo de indios de la Santa Cruz de Chinautla y Canalitos, quienes habitaban en torno al cerro del Carmen para servir a la familia de La Barreda en el cuidado de los ganados y servir a la Virgen del Carmen.»
Al quedar en abandono, la antigua Iglesia ahora llamada «Parroquia Vieja», fue ocupada por las religiosas «Hijas de Ntra. Sra. de los Dolores de Santa Clara», quienes la habilitaron en forma provisional ocupándola hasta el año de 1795 en que se trasladaron a su nuevo convento quedando la Parroquia Vieja nuevamente en abandono expuesta al deterioro.
Entre los años de 1589 y 1860, por órdenes de un nuevo mecenas, el Coronel Fernando Almendaris, se restaura la Iglesia, trabajos que corrieron a cargo del Arquitecto Julián Rivera siendo asignado el templo a la Cofradía de la Cruz del Milagro, sin embargo allí también funcionaba un «niñado» o escuela de niñas, quienes se quejaron de malos tratos y abusos de los cofrades de la Santa Cruz quienes tuvieron serias discusiones con las maestras religiosas siendo expulsados con todo y la reliquia y otros enseres, entre los que se encontraba un Jesús Nazareno (Jesús de los Milagros), con el pretexto de nuevas reparaciones al templo.
La Cruz del Milagro fue de nuevo al Beaterio de Indias y el Nazareno fue llevado al Cerro del Carmen y de allí por los mismos problemas salió con sus cofrades a la Iglesia de Santa Rosa, de donde pasaría a la Capellanía de San José en donde se encuentra actualmente.
24 años después, concluidas las supuestas reparaciones a la Parroquia Vieja, que no fueron sino reformas y remozamientos, en agosto de 1884 se declara rehabilitado el complejo por lo que se realizan las gestiones para el traslado de la reliquia (Cruz del milagro) y se decide agregar los bienes de la extinta Orden filipense (nerediana es un concepto impropio y mal utilizado) de la Escuela de Cristo.
Llegando finalmente la trade del 28 de septiembre de 1884, reabriéndose nuevamente al culto y posteriormente se refrendaría su dignidad o jerarquía de parroquia (que significa «gobierno») recibiendo el nombre de «Parroquia de la Santa Cruz del Milagro, Parroquia Vieja- Escuela de Cristo», y a la fecha simplemente se le llama «Parroquia de la Santa Cruz», refrendándole el pueblo y vecinos el nombre tradicional de » LA PARROQUIA VIEJA» en recuerdo de los acontecimientos históricos ligados íntimamente a la vida de la ciudad de Guatemala, de su desarrollo urbano, cultural y económico, en especial de sus tradiciones populares.
Juan Alberto Sandoval Aldana Día de la Exaltación de la Santa Cruz, 14 de septiembre 2007. CXXIII Aniversario de Traslación de la Escuela de Cristo.
Por Celso Lara