CUANDO LA MADRE DE DIOS ESTUBO ENTRE LOS MARQUENSES
Era el glorioso año de 1871 durante las guerras de la Revolución Liberal mientras eran libradas las batallas de Sisiltepeque y Serchil, al no haber hospitales como en la actualidad, los heridos eran trasladados a la Iglesia del Señor San Marcos, donde eran atendidos por el Pro. Cayetano Maldonado y un grupo de almas caritativas.
De un momento a otro una mujer desconocida, de infinita belleza y ataviada sencilla pero muy hermosamente con unas sandalias plateadas, apareció cuidando y curando a todos los enfermos y heridos en esa humilde iglesia, por impedir que siguieran con tan nobles acciones o por mero azar una bala le acertó en la pierna, no la volvieron a ver.
Al día siguiente, estando una de tantas almas caritativas atendiendo a los enfermos y heridos por la Capilla de la Santa Señora se dio cuenta que las finas vestiduras con las que estaba ataviada la Santa Madre de Dios estaban sucias, dándole parte inmediatamente al párroco y a la Cofradía de la Limpia y Pura, momentos después los hermanos de la cofradía encargados de vestirla llegaron con una asombrosa noticia que en la pierna de la Santa Señora se podía observar una bala en el mismo lugar donde el día antes le había acertado a esa misteriosa mujer caritativa dándose inmediatamente cuenta que había sido la misma Madre de Dios la que el día antes les había ayudado.