Gracias a Beaterio de Belén por su apoyo para poder compartir estos relatos.
En la prolífica vida de Monseñor Joaquín Santa María y Vigil García se cuentan muchas actividades y anécdotas, entre ellas el haber escrito insignes marchas fúnebres en la primera mitad del siglo XX. Ya en edad avanzada y sintiéndose enfermo pidió ser atendido por las Hermanas de la Caridad, además de contar con la entrañable amistad de un joven: Marco Aurelio González Iriarte quien lo acompañó hasta sus últimos días y lo sostuvo entre sus brazos al momento mismo de su partida, el 12 de septiembre de 1950. Antes de morir le heredó a Marco Aurelio las partituras originales de esta marcha, que cuidadas con gran recelo, son desde el año 2003, obsequiadas Jesús Nazareno del Beaterio de Belén y se interpretan cada Martes Santo al levantar las andas en el momento en que inicia su procesión. El pasado 26 de julio esta marcha es grabada e incluida en el primer disco doble que el Beaterio de Belén sacará próximamente. Observamos en la fotografía a Monseñor Joaquín Santa María y Vigil rodeado de monjas de la Orden de Hermanas del Carmen. La fotografía fue tomada el dia 6 de enero de 1950, mismo año de su fallecimiento.