El Fiambre en Guatemala fue declarado Patrimonio Cultural Intangible en el 2005, es un platillo tradicional, originado en la época colonial, es mestizo, cíclico y ritual.
La Gastronomía forma parte importante de la cultura de un pueblo. Es así como, disfrutándola, se puede fácilmente penetrar en lo más hondo de sus raíces y así conocer de otra manera su Historia, sus tradiciones y al mismo tiempo aproximarse a descubrir los secretos que también perfilan su identidad cultural.
El origen del Fiambre en Guatemala
En Guatemala se goza de una rica gastronomía, que tiene orígenes indígenas prehispánicos y también un amplio aporte español, lo que la convierte en una cocina mestiza.
En las tradiciones culinarias de un pueblo se rinde culto a las bondades de la tierra, se heredan los sabores a fiesta y religiosidad, se combinan los colores de la naturaleza y se diluyen las fronteras cuando se comparten los sabores del mundo, de la cocina a la mesa.
La religiosidad y el fiambre en Guatemala
También, como parte de ese mestizaje, el arte del comer juega un papel dentro del ciclo religioso que a lo largo del año permite que una serie de platillos hagan su aparecimiento temporal así como también algunos antojitos apuntados para determinado día de la semana.
Para el periodo de adviento y Navidad (7 de diciembre, 2 de febrero) se pone de manifiesto un amplio menú que ofrece: tamales negros y colorados, ponches, batidos, buñuelos.
Por su parte, la cuaresma y la Semana Santa se proyectan no sólo por las jacarandas y los matilisguates, propios de la flora de la temporada (febrero-abril), sino que por la variedad de pescados, curtidos, conservas, bacalao, variedad de empanadas, torrejas y garbanzos en miel, así como refrescos para calmar la sed provocada por los calores de la época.
Llega el Corpus christi entre olores de ciruelas, membrillos y tantas frutas más, con la especialidad culinaria del pepián de tres carnes, con almendras y chocolate y los chiles rellenos, también fuera de lo común, por lo que se dice de corpus.
El día de los Santos con su fiambre y sus variedades, jocotes en miel y ayote en dulce, esto especialmente en las zonas urbanas, mientras que las comunidades indígenas la Cabecera.
Lic. Miguel Álvarez.
Cronista de la Ciudad de Guatemala