Desde el año 2020 la situación del Covid-19 llegó a Guatemala de una manera muy dura, arrebatando todo lo encontraba a su paso.
Fue muy duro el tiempo que vivimos en confinamiento que asta nos quedamos sin disfrutar una santa cuaresma y semana santa, pero supimos vivirla en casa en oración y de la mano de las redes Sociales.
Tengo 28 años soy bendecidamente casado y tengo una hija de 1 año 4 meses.
Fue duro dejar de trabajar durante casi 5 meses ya que habia que comprar variedad de medicinas, pañales leche y demas cosas para mi hija de meses en el 2020 siempre Oramos al Señor y salimos adelante, pero no sabiamos que la prueba mas dura de nuestras vidas estaba por venir.
En septiembre del año 2020 regresé a trabajar bendito sea Dios, logramos recuperarnos de la crisis y salimos adelante de la mano de Dios.
En mi familia somos devotos de la Milagrosa Imagen de Jesús Sepultado de San Felipe, ya que junto a el hemos vivido momentos de felicidad, como tambien momentos duros.
Uno de nuestros momentos felices fue que en el año 2016 con mi esposa tubimos la bendición de donar una Tunica de color azul con bordados en hilos de oro que utilizo para cuando fue entregado el Camarin que resguarda a nuestro Señor en el altar principal un 30 de octubre, fue un momento especial.
El dia miércoles santo del año 2020 vemos una fotografia que cambiaria nuestro lamento.
En alegria y es que el señor volvía a lucir la túnica que habíamos donado hace 4 años y ahora un viernes Santo.
Lloramos con mi esposa de felicidad estabamos encerrados en casa con toque de queda y con la tristeza que el viernes santo no asistiríamos a San Felipe como lo hacemos otros años para caminar con jesus pero al ver a nuestro amado señor con con su tunica nos alegramos y le dimos Gracias porque nos dio este regalo de verle elegante en plena pandemia aunque no saliera y aunque no lo vimos personalmente nos sentiamos Felices.
Pero jamás imaginamos que era un consuelo por lo que estaba por venir…
La anécdota con Jesús Sepultado de San Felipe
Llegaron los meses de octubre, noviembre diciembre y salia a trabajar protegido para no contraer el virus y regresar a casa y cuidar a mi esposa y mi hija y demas familia.
Pero llegó enero del año 2021, las noticias informaban sobre el repunte de contagio por las fiestas navideñas las cosas se ponían cada vez mas preocupantes los casos comenzaron a elevarse.
El 7 de enero sucedió que me dió una fiebre que duró un día; no me preocupé puesto que podría haber sido un resfriado por las bajas temperaturas que se reportaron a inicios del mes, pero dias mas tarde el domingo 10 de Enero me levanté y no sentía olores, y cuando desayuné no le senti sabor a la comida y fue donde la preocupación se apoderó de mi.
Positivo del COVID-19
El día lunes 11 asistí a realizarme la prueba y lamentablemente di positivo, fue un momento duro al ver el resultado en un papel, fue muy duro.
A mi memoria vino mi hija y mi esposa, de inmediato recurrimos a realizar la prueba a mi esposa y lamentablemente dio positivo, fue furo hablar sobre mi hija de un año y la afirmación que si el Virus estaba en nosotros dos, ella tambien lo tenía.
El médico pediatra nos dió instrucciones sobre síntomas que tendria nuestra hija si ella contrajo el virus que era un 90% de probabilidad que ella lo tenia pero no era posible realizar una prueba por su edad y sus fosas nasales
Nos aislamos con mi esposa, nuestra hija quedó en manos de mi suegra, pero lamentablemente mi hija resultó con los síntomas indicados, también mi suegra, mis cuñados y mi hermano dieron positivo, toda la familia dio Positivo.
Sin dinero y urgían los medicamentos
Los medicamentos para nosotros fue de adultos, pero mi hina requería de medicamentos pediátricos y el costo era elevado.
En aquellos momentos solo nos atormentaba el saber que el virus podia evolucionar y ser entubados, pero no perdimos la fe.
Conservamos un cuadro de Jesus Sepultado de San Felipe, en el se encuentra nuestro Señor a los pies de Nuestra Madre María.
Y recuerdo que lo sacamos y le colocamos velas y oramos a Dios por nuestra recuperación.
Cada dia que pasaba el virus avanzaba y con síntomas propios de la enfermedad.
Un familiar, que no vive con nosotros asistió al Santuario de San Felipe de Jesús a colocar una veladora por cada uno.
Varios de nuestros amigos al enterarse nos escribian a diario para estar al pendiente de nosotros y rogábamos a Jesús Sepultado de San Felipe que nos sanara.
Pasados los días mi hija empeoró, ya no comía y bajó de peso, tenia congestion nasal y muchos medicamentos eran fuertes y administrados de diferentes formas.
Lo mas duro fue que ella no puede hablar, lloramos con mi esposa y pediamos a Jesús Sepultado de San Felipe que nos ayudara, que no nos abandonara.
Llevábamos 3 dias y mi esposa y yo nos sentíamos fatales, no digamos nuestros familiares; al tercer dia velamos y en madrugada del cuarto dia mi hija logró dormir y luego mi esposa.
El sueño con Jesús Sepultado de San Felipe
Yo me quedé velando a pesar de mi malestar horrible y a la par de mi cama hay un cuadro pequeño de Jesús Sepultado de San Felipe, y me quedé hablando con é,l le dije que no nos dejara solos que ya no aguantaba esa angustia que nos dejara solos.
Esa madrugada siendo las 3:30 de la mañana recuerdo que me bajó sueño y me dormí, y tuve un sueño
que a continuación les relato:
Soñé que todos los que vivimos en casa estábamos contagiados, pero reunidos en la sala esperando a alguien, recuerdo que nos veíamos muy felices.
En eso, entró un hombre revestido de luz y al verle el Rostro era Jesus Sepultado de San Felipe, estaba con nosotros en casa y se sentó en nuestra sala.
Nos pidió que rezaramos la oracion «oficial» que siempre recomiendan hacer ante su imagen, así lo hicimos y al terminar nos dijo estas palabras:
"Ahora ustedes están sanos, jamás los dejé solos; siempre estuve con ustedes"
Diciendo estas palabras se fue y yo abrí los ojos buscando ver a mi hija y mi esposa, quienes dormian tranquilas.
Sentí una paz en mi corazón, me sentia emocionado ¡Jesús Sepultado de San Felipe me había visitado!
Lo mas impirtante de este sueño fue que al despertar, mi esposa y mi hija y mis demas familiares se les veía un cambio.
Yo no habia mencionado nada de mi sueño, pero ellos hablaban que sentian mejor, de hecho mi esposa se levantó y me comentó que se sentía mejor con muchos ánimos.
Pero lo que me dejo impactado fue que mi hija al levantarse, lo hizo con mucha hambre, ya no tuvo fiebres y comenzó a comer y a corretear en la casa como si jamás se hubiera enfermado.
Fue en la hora de Almuerzo que les comenté de mi sueño, y fue algo especial porque sentimos el abrazo del Señor, y le dimos las gracias y colocando las veladoras agradecimos.
Ese dia el virus fue muriendo porque fuimos sintiéndonos mejor y recuperamos el sentido del gusto y olfato.
Nos hicimos las pruebas y dimos negativo ¡Es un milagro patente de nuestro Señor!
El señor siempre está con nosotros los 365 días del año y hoy los invito a visitarlo en su capilla amorosa.
Y aquellas personas que se contagien de Covid-19 los invito para que le encomienden su enfermedad al Señor, porque el Covid-19 le teme a Jesus de San Felipe y mi testimonio es prueba eficaz.
¡Contános tu anécdota de lo que has vivido como Cucurucho!