Por: Dr. Edwin García.
Esto sucedió a principios de la década de los 80 del siglo XX, en 1981 a propuesta del ecónomo de la hermandad se decide procesionar a Jesus nazareno por el interior del templo los Viernes de cuaresma a la hora del rezo del via crucis, por aquellos años Jesus de la caída-era mas conocido con ese nombre- no tenia más s que una túnica raída, descolorida, sucia y en muy malas condiciones y la cruz era hecha de latas de jugo pintadas de verde.
En esa época la imagen no se encontraba en ninguno de los altares de la basilica sino en un rincón de la sacristía. Así las cosas se obtuvo la autorización de la junta directiva para que el nazareno utilizara una túnica sencilla, lisa del Cristo del amor que habia estrenado el Viernes santo de 1979, esta le tallo bien a Jesus de la Buena muerte y solamente se agrego un manto perteneciente a los santos varones, la cruz fue sustituida por la que hasta en ese entonces pertenecía al paso de la caida, la corona de espinas era de las insignias que salen el viernes santo y se uso una de las andas de los varones cuando estos eran llevados en hombros.
La innovación fue un éxito por lo que para 1982 nuevamente se reza el via crucis con Jesus nazareno y esa fue la segunda oportunidad en que compartieron túnica, esta vez se vistio a Jesús con una de las túnicas mas antiguas que poseía el Señor sepultado, de terciopelo color corinto y bordado francés que procedía de finales del siglo XIX o principios del XX y que habia utiilizado por última vez en procesión el viernes santo de 1967 (lamentablemente esa túnica desapareció del armario de la hermandad junto a otras hace unos años), esas fueron las 2 oportunidades que el Señor sepultado «le presto» una túnica al nazareno de la Buena muerte.