Debemos saber cuál es la importancia de la Eucaristía; debemos saber que en ella está Cristo presente, allí mismo está Nuestro Señor. Demasiados motivos para que ésta sea importante.
¿Quién no se siente sorprendido, cuando mencionan las palabras: «Este es mi cuerpo, esta es mi sangre»? De seguro todos los que están leyendo esto se sorprenden al escucharlas. ¡Como para que no!, si es el mismo Creador el que nos da de alimento su mismo cuerpo y sangre.
También me sorprende que aún nosotros fallándole, Él sigue allí, junto a nosotros, ayudándonos a seguir este caminar, a seguir adelante, a no caer. ¡Hermano cucurucho, Dios siempre está con nosotros!
La Eucaristía es la mejor creación de Dios
La mejor porque en ella nos demuestra su amor infinito, su ternura y misericordia.
Es realmente sorprendente el hecho que en un pedazo de pan y un sorbo de vino, esto se convierta en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo.
¿Acaso no es importante recibir en nosotros el Cuerpo y Sangre de Cristo?
Lo es si necesitas a alguien que te ame, que te cuide y que siempre esté contigo. O si sabes que el camino por delante es difícil o arduo, de seguro que todos necesitamos de Él.
Uno de los Sacramentos es la Eucaristía, aunque claro está que ni el bautismo, ni la confesión, están por debajo de ella. Pero ¿acaso no es genial la idea de recibir a Cristo mismo?
Por último, debemos saber cuánto necesitamos a la Eucaristía:
Necesitamos de ella para el fortalecimiento de nosotros mismos, ya que da fuerzas a los débiles para enfrentar todo tipo de obstáculos en la vida.
No nos rendiremos si tenemos a Cristo con nosotros, la Eucaristía como hemos dicho antes, nos fortalece y nos alimenta de amor puro y sincero.
Nos da alegría si estamos sufriendo, y nos da fuerzas para seguir adelante junto a alguien que nos ama de verdad.