Pareciera que fue ayer, dice el Abuelo, pero fue hace poco más de 38 años… Las procesiones, algunas, salían más tarde de sus templos… el ambiente dentro de los cortejos era tan solemne que podía decirse que se transportaba a otra época.
Los altares de Velación eran un tanto distintos a los de ahora pero no por ello menos bellos. Don Dimas suspira y su mirada se pierde por un instante, seguramente recordando la peregrinación que hacia desde su humilde hogar cada viernes de Cuaresma para contemplar durante horas de la noche las distintas velaciones de la Ciudad de las Perpetuas Rosas.
Pronto vuelve en si y observa con una tierna mirada a los pequeños quienes sentados le escuchan amenamente… son ellos, sus nietos, los herederos y encargados de continuar con la tradición familiar. Apoyándose de un viejo bastón se levanta y se dirige hacia un Cofre donde quién sabe cuántas cosas de mucho valor para el guardaba allí… los pequeños como todo buen niño interrogan al anciano que tiene en sus manos. Este les entrega una fotografía en blanco y negro un tanto amarilla debido a los años… este les cuenta que es la Velación del Cristo de las Misericordias de la Parroquia de los Remedios, Imagen hermana del Milagroso Señor de Esquipulas de Quirio Cataño.
El hombre iba iniciar con su relato cuando este se ve interrumpido por los pasos de alguien que se acercaba a su cuarto y que provocaron que los niños curiosamente voltearan a ver, era el hijo mayor de Don Dimas, el padre de los pequeños quien llegaba por ellos para irse a casa. El anciano recogió del suelo la estampa y la guardo de nuevo en su sitio.
Quizá algún día les contaría que la historia detrás de esa Velación es que ese fue el día en que su Hijo (el papa de los dos niños) nació, Un Lunes de Dolores 2 de Abril de 1979.
-Otoniel Sanrosa-