La población no quería dejar sus tierras, a pesar de estar en total ruina la Ciudad de Santiago. Tenían que buscar la manera de atraer a las personas al valle donde se establecería la capital de Guatemala, así la traslación de Jesús Nazareno de la Merced forma parte de un conflicto entre traslacionistas y terratenientes.
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Inicia la traslación del Nazareno tan amado en la ciudad de Santiago
Un 29 de julio de 1773, la Ciudad de Santiago de los Caballeros (Antigua Guatemala) es destruida en gran parte por un terremoto de 7.5 grados escala de Richter; casas, calles, edificios importantes, conventos e iglesias; cientos de personas fallecidas y otras más heridas. Las réplicas posterior al terremoto termina de derribar las otras pocas edificaciones que se lograron mantener de pie.
La Iglesia en que albergaban algunas imágenes que tenían mayor devoción también fue víctima de este movimiento telúrico; en efecto, la ciudad de Santiago ya había sido afectada con otros tantos sismos, por lo que se ha considerado realizar el traslado de la Ciudad; por tanto, las imágenes que eran en cierta manera, valiosos tesoros de una población católica.
Así, por orden del Capitán General Martín de Mayorga se hace la traslación de Jesús Nazareno de la Merced y la imagen de la Santísima Virgen María de la Merced hacia el valle de la ermita, a lo que sería la Ciudad de Guatemala de la Asunción.
La traslación de Jesús Nazareno de la Merced como excusa para atraer al pueblo a la nueva Ciudad
Por supuesto, surge la polémica entre los vecinos que se resisten a trasladarse, a lo que le denominaron ‘terronistas’ contra los traslacionistas; a pesar de ello, se inicia la traslación.
Específicamente la traslación de Jesús Nazareno de la Merced y la Virgen de la Merced fueron trasladados un 9 de julio de 1778, pero el proceso fue del 7 al 9 de julio.
Los frailes de la orden de la Merced Redención de Cautivos permanecía en Santiago a la espera de que les asignaran los solares respectivos en La Ermita para la construcción de su iglesia y convento, los cuales fueron adjudicados en febrero de 1776. Dos años después se concluye la construcción de la sacristía y la capilla primitiva mientras se construye la iglesia formal y el convento.
La orden del traslado y la nostalgia de un pueblo
El 25 de junio de 1778 De Mayorga ordena al padre provincial de los mercedarios, fray Simón de Acuña, que los frailes de la Merced se trasladasen a la nueva capital, junto con las imágenes de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Mercedes.
Miguel Álvarez, cronista de la Ciudad de Guatemala, en su estudio “Jesús de la Merced. De Panchoy a la Ermita” indica parte del relato del traslado de las imágenes: “Pues tenía por cierto que saliendo estas devotas Ymágenes, saldría también toda la gente, según la devoción que se les tenía” (se respetó la redacción original).
Al enterarse los habitantes de aquella orden superior, y habiéndose fijado la fecha del traslado, se notó en todos una tristeza indescriptible, una piadosa vecina rogó a los mayordomos de la Cofradía que descubriese la imagen del Señor todo el día, pues era costumbre mantenerlo cubierto con un velo.
Durante los días subsiguientes el número de personas que iba a ver a Jesús Nazareno de la Merced se incrementaba. El día seis de julio, se encajonaron las imágenes, y así inicia la traslación de Jesús Nazareno de la Merced.
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fuentes: Prensa Libre y Cronista Miguel Álvarez Arévalo.