(Texto original de Sebastián Marroquín)
Cada vez que pienso lo que me ocurrió, aún no encuentro palabras para explicarlo, sé que cada cucurucho/ cucurucha durante cada Semana Santa guarda en lo más profundo de su corazón, cada anécdota, cada experiencia, cada vivencia, algún turno en especial que le regalo un Nazareno, un Sepultado, una Virgen De Dolores o una Virgen De Soledad de su devoción.
Pero este acontecimiento no encuentro una palabra específica para llamarle con algún nombre, lo que me ocurrió fue un sueño; un sueño que al principio me pareció como estraño, no se cómo describirlo, creo que al final sería la palabra «Bendición» de haberlo podido soñar y vivirlo plenamente con mi alma y cuerpo en vida.
Ocurrió en la Semana de Dolores, estaba exhausto por el largo caminar de un Quinto Domingo de Cuaresma con Jesús de San Bartolo, más sin embargo un día antes del Viernes de Dolores tenía un examen en la Universidad y eso no me dejó dormir más que 8 horas durante toda la semana, el día específico en que ocurrió el sueño no recuerdo plenamente, pero ese día por la noche sintonicé de las pocas veces que pude hacerlo Radio Estrella, cabalmente estaba por iniciar el Programa de La Hermandad del Señor Sepultado de Santo Domingo a eso de las 19:30 horas; durante el programa hablaron de la Alegoría y el Detalle del adorno que iba a llevar el anda el próximo Viernes Santo y cómo todo buen cucurucho me imaginé más o menos cómo sería el adorno y también cómo sería la túnica que llevaría el Cristo del Amor ese día.
Más tarde esa noche estudiando en la mesa del comedor, recuerdo que erán mas o menos las 2 de la mañana, no aguanta el sueño y decidí «echarme un pestañazo» sobre el sillón de la sala, y ésto fue lo que soñe:
Recuerdo que estaba afuera de una Iglesia, sólo que me encontraba en la parte de atrás de la misma, tenía que estar alrededor de las 2 de la tarde en el templo y se me había hecho tarde, cuando empecé a caminar me percaté que me encontraba en las afueras del Templo de la Recolección, lo más inusual era que las calles que rodean la Recolección no eran de concreto sino que aún eran de terracería.
En mi caminar me encontré a una amiga y me decía que tenía que llegar rapidamente al interior de la Iglesia, así lo hice y en cuestión de minutos llegué al interior de La Recolección; cuando ingresé me di cuenta que era Sábado de Ramos, sin embargo lo que llegué a observar a continuación aún me preguntó cómo sucedió; llegué hacia las naves laterales de la Iglesia y levanté mi vista; observé que era el anda que portaba al Señor Sepultado ‘Cristo del Amor’ de Santo Domingo, me quede estupefacto, en ese instante una voz me decía ¡Mírame! ¡Búscame! y empece a observar detallamente el adorno.
La parte de adelante del adorno contenía unas ovejas, unas pequeñas palomas, una pequeña fuente y un ángel; en medio descansaba el Señor Sepultado dentro de su Urna Tradicional con una túnica verde algo obscura y en la parte posterior del anda se encontraba un Cirio de la Vigilia Pascual, esta parte posterior del anda era parecida al adorno que sacó Santo Domingo el Viernes Santo del 2013 «Soy de Cristo», mientras seguía contemplando el adorno y el anda, me repetía la misma voz: ¡Mirame! ¡Búscame!.
Me quedé bastante inquieto el resto de la Semana de Dolores y parte de la Semana Santa. Así pues llegó el tan esperado Viernes Santo del 2015, cómo ya se volvió costumbre llegué a encontrar a Jesús de La Merced en el Parque Central ingrese a filas, cargue mi turno allá en la décima avenida y lo dejé hasta que ingresó a su Templo.
Después que salí de La Merced ya eran más de las 3 de la tarde, por lo que deduje que Santo Domingo debe estar enfilando ya por la 12 calle, empecé a cambiarme y ponerme la Túnica Negra, el cansancio de la Semana Santa estaba haciendo efecto en mí, por lo que podía no más que caminar en vez de intentar correr a su encuentro.
Finalmente le salí una cuadra adelante, justo en la 7a Avenida y 12 calle, justo en el Arco de Correos; cuando llegué las andas estaban detenidas para el cambio de turno, buscaba en el anda a mi Cristo del Amor pero los rayos del sol reflejaban sobre la Urna, mientras enfocaba mi mirada viví un momento único: la parte de adelante y de en medio del anda ¡Eran exactamente lo que soñé hace una semana! dije dentro de mi mente: «Las ovejas, las palomas, la fuente, el angel, la Túnica del Señor era identicos a mi sueño», únicamente la parte posterior del anda no era igual a mi sueño, más sin embargo fue un sentimiento, vivencia y un gran agradecimiento con Dios.
Aún no sé lo que me quiso decir en ese sueño, pero la verdad la piel se me puso ‘de gallina’ al ver esa anda tan preciosa y los rayos del sol realizaban un efecto exquisito sobre la Urna del Señor. Ese Viernes Santo lo viví intensamente y le di infinitas gracias a Dios por esta experiencia única y bella, han pasado varios días y aún tengo grabado en mi retina y memoria esa anda meciendose bajo el incienso, las marchas fúnebres y el efecto que hacía el astro Sol ese día.
Jamás olvidaré cómo se miraba el Sepultado Dominico con esa hermosa túnica que al final ví que era de color verde botella y que hacían un conjunto verdaderamente elegante con ese adorno que lo tendré grabado para toda mi vida.
Tu testimonio es también parte de conversión, así es como entre todos buscamos el verdadero encuentro con Cristo,