Anécdota de: Guillermo Sales.
Ya hace varios años atrás en mi querido Huehuetenango, en un viernes santo de mis recuerdos viene a la mente aquel dia con la ansiedad de ver nuevamente una procesión mas de semana santa, y llegada la hora… salió la procesión de mi señor sepultado de catedral inmaculada concepción, fue un momento muy especial y emotivo y para nuestra sorpresa de todas aquellas personas que estábamos reunidos fue que en la parte frontal del anda iban una par de palomas, muy hermosas hasta un punto parecían reales.
Pero como siempre solo mirábamos la salida y nos íbamos con mi familia en espera del turno que le tocaba cargar a mi padre en horas de la noche, ya llegada la noche nos fuimos al lugar indicado en espera del cortejo procesional….. y se miraba desde lejos ya un humo blanco que rodeaba a las andas su visibilidad de lejos era prácticamente nula, a pocos pasos del cambio de turno ya estando frente del anda pude observar que las palomas ya no estaban en la parte frontal del anda, en la bajada del turno que es conocido como la rotonda podía apreciar mucho mejor el anda y es cuando me doy cuenta que esas palomas que había visto, ahí estaban solo y a la par del cuerpo inerte del SEÑOR SEPULTADO y es cuando me doy cuenta que en realidad esas palomas eran de verdad.
Entre las personas que acompañaban el cortejo se escuchaban un murmullos de las personas que se preguntaban como era posible que esas dos hermosas palomas fueran a la par de el sin moverse de allí mas solo daban la vuelta o movían la cabeza, entre las personas surgía la idea que la hermandad de ese entonces les avía colocado alimento para que se quedaran o posaran allí, otras mas decían que estaban entrenadas y algunas mas que estaban amarradas allí, a mi mente se venía que era comida lo que estaba allí, así trascurrió el resto del cortejo procesional llegado el momento de acercarnos a la iglesia para hacer su entrada de la procesión, las palomas que estaban a la par de él, levantaron vuelo y sin mayor rastro se perdieron en la noche que aquel viernes santo.
El año siguiente el sale nuevamente en un Viernes santo, para la sorpresa mía y de las personas iban dos palomas cerca de Él, es cuando se me viene a la mente que el año anterior también estaban un par de palomas cerca, así transcurrió el cortejo y nuevamente surgían preguntas de como era posible que estuvieran esas palomas allí, y así fue por varios años mas que una o dos palomas se posaban cerca de el sin importar nada ni nadie, ni los de la hermandad sabían como eran que estaban allí y de ellos mismos nació decirle a todos los feligreses que ellos no ponían comida allí ni eran entrenadas las palomas , el ultimo año que salen ellas junto al Señor Sepultado sabía yo que ellas no estaban allí por comida o entrenadas estaban allí porque ellas eran sus Custodios de mi Señor Sepultado
Espero que algun dia no muy lejano ellas vuelvan a Custodiar mi Señor Sepultado de Huehuetenango.
¿Has tenido una experiencia especial con tu imagen de devoción? envíanosla, la compartiremos para que tu anécdota sea un testimonio para toda la comunidad de cucuruchos y devotas.