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Lo que ocurrió en Xela el pasado 12 de noviembre

El día doce de noviembre se llevó a cabo un histórico encuentro, dos hermandades, dos ciudades, dos catedrales, dos Imágenes de Cristo, La Asociación del Señor Sepultado de Catedral de Quetzaltenango, recibía a su homóloga, la Hermandad de la C.I. Del Señor Sepultado «de la Preciosa Sangre» de San Marcos.

Y es que aparte de compartir la misma fe católica y el mismo servicio a las advocaciones de Jesús en su dolorosa Pasión, Muerte, Sepultura y gloriosa resurrección, comparten un vínculo muy especial: la antigüedad de sus imágenes titulares.

 

 

QUETZALTENANGO:

Pese a existir por el momento escasa información documental sobre las imágenes de Santa Iglesia Catedral, se sabe que esta parroquia cuyo titular es el Espíritu Santo fue doctrina franciscana desde sus inicios y tiempos de la conquista, estos frailes, como fieles guardianes de los Santos Lugares de Jerusalén, impregnaron desde un inicio en sus conventos y doctrinas una profunda devoción al misterio de la Cruz, Pasión y Muerte del Señor. Para 1,692 según consta en un antiguo escudo de dicha institución hoy, perdido para dar paso a la fundición en plata de incensarios esta ya existía bajo el título de Cofradía de la Santa Veracruz y Santo Sepulcro; también en 1,774 en un documento enviado por el arzobispo Pedro Cortés y Larraz sobre el listado de sus cofradías y hermandades existentes en el Arzobispado hace referencia a la existencia de la misma, por lo que es de suponer la antigüedad y orígenes remotos de esta institución así como sus imágenes y enseres.

SAN MARCOS:

En 1,677 los habitantes del antiguo barrio del Señor San Marcos, del curato de Sacatepéquez de los Mames y del corregimiento de Quetzaltenango, solicitaron a los padres mercedarios el poder aserrarle los brazos a un Cristo que bajo el título de «Señor de la Sangre de Cristo» veneraban en su Iglesia, para poder realizar los oficios del descenso de la Santa Cruz y adoración de la misma el Viernes Santo, solicitud que fue aprobada por los sacerdotes de la Merced, en el mismo año. Según consta en los primeros folios del libro de la Cofradía del Santísimo, empastado en cuero y del siglo XVII en el archivo de Catedral de San Marcos. Posteriormente la Cofradía de la Santa Cruz pagaría los derechos de oficios de sermón y descendimiento de Viernes Santo y el Ayuntamiento lo tomaría como asistencia obligatoria según se desprende de los libros de la Cofradía de la Santa Cruz y del archivo municipal de San Marcos.

LA REFERENCIA DOCUMENTAL:

En 1,950 se funda en la ciudad de San Marcos la Hermandad del Señor Sepultado y Apostolado de la Oración y el primer proyecto de la recién fundada Hermandad fue mandar a «retocar» al Señor Sepultado, al hacer las diligencias correspondientes, la mismas fueron desautorizadas por el padre fray José Aurelio Fernández, exponiendo sobre el particular:

«PORQUE AL GUARDAR AL SEÑOR LO OBSERVABA DETENIDAMENTE Y COMPROBÓ QUE ERA UNA IMAGEN MUY ANTIGUA, Y QUE TENÍA CONOCIMIENTO QUE HABÍA VENIDO A ESTA CIUDAD DE LA MISMA PROCEDENCIA DEL SEÑOR SEPULTADO DE LA CATEDRAL DE LOS ALTOS Y QUE AL RETOCARLO NO PODÍA QUEDAR EN BUENAS CONDICIONES»

Esta afirmación contenida en el.acta del 19 de noviembre de 1950 nos hace preguntarnos si el padre fray José Aurelio Fernández habría tenido a la vista algún documento para realizar tal afirmación o estaría basando sus afirmaciones en algún criterio estilístico. Quizá hoy sea imposible saberlo con certeza.

SIMILITUDES:

Al observar detenidamente estos Cristos Yacentes podemos observar en ambos alguna tendencia o rasgos gotizantes, con el alargamiento de las mismas, tratamiento de gurbias profundo, liso y sencillo en el cabello y barba de ambas imágenes, aún muy anterior al tratamiendo de rizos y bucles estilizados y finos del periodo barroco.

Otro razgo en común son las orejas, solo se puede ver en ambos la izquierda, pues del lado derecho cae el cabello hasta la altura de las heridas del costado. Las orejas son delgadas y alargadas, muy propias del estilo de fines del siglo XVI o inicios del XVII, aún alejadas del realismo barroco.

Ojos completamente cerrados, manos que unen sus pulgares al índice, discretas lágrimas que caen de los ojos… Tantos razgos en común… Hoy sería aventurado asegurar o descartar algo sin los estudios y documentación antigua y académica adecuada…

Quizá nunca podamos comprobar que ambas imágenes procedan de una misma mano, aunque es muy posible, pero lo que si es cierto es que las unen la misma técnica escultórica y la misma temporalidad de estilo de arte en la talla…