Por: Edwin García.
Pocas veces vemos publicaciones acerca de los muebles procesionales o andas de las diferentes imágenes que recorren las calles durante la cuaresma y Semana Santa.
Hoy haremos un breve repaso de aquellas que han servido de trono al Señor sepultado de Santo Domingo, el Cristo del amor.
Para finales del siglo XIX y principios del XX las andas eran una estructura sencilla , de pequeñas dimensiones y con capacidad para unos 16 o 20 cargadores, así se mantendrían durante las primeras 4 décadas del siglo XX hasta que el 21 de febrero de 1940 decide la junta directiva de la hermandad aumentar el número de cargadores de 20 a 22 por cuadra, ésta medida la tomaron en vista que con la remodelación que se hizo a la urna en ese año, ésta aumentó en 140 libras su peso por lo que se hizo necesario poner 2 cargadores mas en cada cuadra, por esos años la hermandad tenía inscritos 660 hermanos y el recorrido constaba de 30 cuadras.
En 1944 hay un nuevo incremento de 22 a 24 devotos por turno y en sesión de junta directiva del 20 de junio de 1945 se decide mandar a hacer una nueva anda, más grande, debido a que no se podía aumentar el recorrido derivado de la disposición arzobispal de que toda procesión debía volver al templo de su procedencia lo más tarde a las 10 de la noche, se encargó al hermano Alfredo Valenzuela Moreno la hechura del nuevo mueble el cual fue estrenado el viernes santo de 1946.
Don Alfredo utilizó la técnica francesa de madera incrustada y en su honor, con el tiempo, se conoció como el “anda de Valenzuela” que tuvo un costo de Q.350.oo (don Alfredo solo cobró los materiales regalando él la mano de obra), éste mueble se complementaba con 6 pedestales de madera, 1 mesa para la unción, 1 mesita para colocar los perfumes y algodones que se utilizaban en la unción del Señor y un atril para la Biblia, constaba de 36 brazos y fue, en su momento, una de las más grandes, con una longitud de 9 metros por 1.50 metros de ancho, con el paso de los años y ante la demanda de personas que querían llevar en hombros al Señor se fueron agregando almohadillas hasta llegar a 50 devotos por turno lo que hacia sumamente incómodo cargar por lo que se toma la decisión de utilizarla por última vez en viernes santo para el año de 1972 habiendo servido al Señor durante 26 año.
Aún se utilizaría para la consagración en marzo de 1973 y para el viernes santo de ese mismo año-1973- estrena un anda de color dorado con aplicaciones del mismo color con una longitud de 11 metros de largo por 2 metros de ancho y 90 centímetros de alto la cual, curiosamente utilizaría por esa única ocasión ya que para el siguiente viernes santo-1974- estrenaría nuevamente y ésta vez sería la famosa anda de aluminio, llamada así porque los faldones iban forrados con terciopelo Corinto y celosía de aluminio plateado, éste mueble tenía la particularidad de que, por un error en el cableado daba “toques eléctricos” a los cargadores cuando éstos, como suele pasar, recostaban la cabeza en el faldón al momento de cargar lo que ocasionó más de un susto, esto sucedia cuando ya el anda iba iluminada en horas de la noche.
El mueble de aluminio fue usado durante 4 años solamente hasta que en 1978 se estrena el anda llamada de parras, realizada por el maestro antigüeño Virgilio Castillo quien le tenia un especial cariño a ese mueble al grado de decir que era su obra maestra, dicho mueble era originalmente diseñado para 50 cargadores y con las mimas medidas del anda de aluminio, en 1986 se aumenta el número de devotos a 62 por cuadra y en 1989 se manda a agrandar el anda a 14 metros de largo y con capacidad para 80 cargadores, unos años después se le colocaría el llamado brazo penitencial para dar cabida a mayor numero de hermanos por turno con lo que se logró que fueran 110 devotos en cada cuadra, dicha anda transportó al Cristo del amor hasta el año 2015 cuando fue declarada inservible luego de 37 años de servicio.
En el año 2016 se estrena el anda actual con capacidad para 100 devotos por cuadra, posee ciertas características que la hacen diferente a las anteriores, entre ellas está el cordero que va al centro de los faldones y las esquineras que rompen con el modelo tradicional de las andas sin dejar de mencionar que se prescindió del brazo penitencial.
