Al haber visto esta actividad, me vino a la mente muchas cosas; primero que Jesús en su vida terrena siempre estuvo con la gente, él no esperaba a que alguien llegara a visitarlo sino todo lo contrario, iba en busca de todos y todas, a predicar con la verdad, a abrir corazones renuentes a escuchar lo amoroso que era su padre Dios.
El pasado fin de semana se dejó ver en la sexta avenida y décima calle, ahora conocido como ‘Paseo de la sexta’ mucha gente concentrada en un sólo lugar, y no era por los payasos o alguno que otro artista que se presenta cada fin de semana.
Imagínate que estás hace más de 2000 años atrás en Nazareth, y ves que hay un enorme grupo de personas queriendo ver algo que llama demasiado la atención, y que todos están anuentes a escuchar una enorme voz que seguro a lo lejos no podrías escuchar. Como todo buen chapín, corres a asomarte a ver ¿Qué es lo que todos están viendo? ¿Qué llama tanto la atención? y corres tu también a ‘curiosear’.
Al lograr asomarte, te sorprendes que es Jesús… ¡si! aquél que seguimos, creemos y recordamos tanto su santa pasión y resurrección estaba ahí, en una calle muy transitada, en donde ‘casualmente’ ibas pasando estaba Jesús.
Ese mismo escenario se pudo observar, un impactante momento al asomarse y ver en una pequeña mesa a Jesús Sacramentado expuesto para la adoración de todo aquél que pasara, y al lado, uno de sus trabajadores; y digo trabajador porque le tocó duro, mientras estaba Cristo Vivo expuesto, le tocó confesar ¡En plena sexta avenida!
Esta escena fue capturada, por muchos en las redes sociales, y nos permitimos compartirla.
¡Gracias al sacerdote Manuel Abac, que está buscando un cambio en la iglesia, que quiere que Cristo esté con nosotros! ojalá pudiéramos ver estas actividades más seguido.