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Un inolvidable redoble con el Sepultado de Flores, Petén

Señor Sepultado de Flores Petén. Foto Rolando Canek
Señor Sepultado de Flores Petén. Foto Rolando Canek

(texto original de Arnulfo Canek)

En el año dos 2013 reunidos en la Catedral de nuestra Señora de los Remedios y San Pablo del Itzá, ubicado en la hermosa isla de Flores, Petén; con compañeros del grupo que realizan el anda del Señor Sepultado de Flores Petén, tuve el atrevimiento de proponerle la idea de armar un redoble al señor Sepultado.

Con el ‘Visto Bueno’ del encargado de la venerada imagen y del grupo nos dieron el espacio de participar en tan magno cortejo.  En abril del 2013 acompañado de mi querido abuelo quien fue la persona que nos donaba los instrumento. En ese año nos acompañó durante el recorrido y nos felicitó por tan bonita iniciativa.

Para la Semana Santa del año 2014 sucede exactamente lo mismo, siempre acompañado de mi abuelo, pero quien diría que en al año 2015 que nos acompañó y me observó cargar la salida de mi venerada imagen del señor Sepultado durante todo el recorrido, cuando volteaba, mi abuelo siempre lo miraba caminar junto al anda o al lado de nosotros y al finalizar en la iglesia todas la actividades, se acercó muy contento y me comentó que “se miraba y oía muy solemne y que bueno que hay jóvenes en el grupo», yo le agradecí por prestarnos los instrumentos y le dije con entusiasmo que así íbamos a seguir el otro año si Dios nos da vida, pero el no me contestó.

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El fin de semana siguiente fuimos  a dejar los instrumentos y le di las gracias por el apoyo; el no haberme contestado de seguir el otro año lo entendí hasta ahora: “mi querido abuelo ya goza del eterno descanso “ y se que siempre que toque para el señor sepultado de Flores, Petén me irá acompañando como lo hizo en los tres años que nos apoyó.

Ahora entiendo la alegría que sentía mi abuelo al acompañarnos por última vez en el servicio que más me apasiona: el redoble del Señor Sepultado, y dejarme de enseñanza que cada día se debe vivir como si fuere el último de nuestras vidas.

¡Gracias abuelo por todo tu apoyo, se que ahora me guiarás desde arriba, hasta el día que nos volvamos a encontrar!