Un día como hoy 26 de julio pero de 1,957…
Hace exactamente 60 años, por circunstancias aún desconocidas, asesinaron al coronel Carlos Castillo Armas, quien fungía como presidente de Guatemala.
En San Marcos la noticia fue recibida con consternación, el Estado de sitio y el rumor de guerra tenían atemorizada a la población; por aquél entonces la situación no estaba nada prometedora a las esperanzas cristianas del pueblo guatemalteco, fue entonces cuando a su ilustrísima, el señor obispo de la diócesis de San Marcos Fray Celestino Fernández (obispo que consagró a Jesús del Consuelo de la Recolección) se le ocurrió junto al párroco de la Catedral de San Marcos evangelista, el padre Fray Serafín Hernández, a modo de rogativa, el de crucificar a la venerada imagen del Señor sepultado de la preciosa sangre la tarde de ese mismo 26 de julio.
Ordenaron a la hermandad realizar una reunión extraordinaria y urgente que se hiciera en horas donde alumbrara todavía la luz del sol por el estado de sitio que prevalecía y de una forma solemne procedieron a crucificar al señor sepultado como una forma de ‘protesta-duelo’ y consternación le fue colocado el pabellón nacional como sudario a la imagen en la cruz.
Dicha forma de crucificar a una imagen de Jesús sepultado no ha sido registrada en otra época en San Marcos y en Guatemala, la imagen permaneció en la cruz por 10 días ordenando a los miembros de la hermandad velar por el ruido de la imagen y hacer solemnes rogativas ante la cruz con la imagen de Jesús y con el pabellón nacional como sudario.
Pasado los 10 días la imagen fue detenida en la cruz con todas las solemnidades del Viernes Santo, los oficios de la pasión colocada en la urna y el santo entierro de Cristo que llevaba también los sufrimientos del pueblo guatemalteco, posteriormente salió a recorrer las calles aledañas de la catedral de San Marcos.
La imagen, según expertos data de fines del siglo XVI o inicios del XVII y fue transformado en Señor Sepultado al aserrarle los brazos, según consta en 1,677; antes era un Cristo crucificado de la Preciosa Sangre.