Conoce en dónde se venera el Cristo Crucificado más grande de Centroamérica de la Iglesia la Transfiguración Quetzaltenango.
Reseña histórica de la Iglesia la Transfiguración Quetzaltenango
En la época colonial se construyó una pequeña ermita en la cima de uno de los cerros de la ciudad, se le conoció como Iglesia de la Transfiguración, nombre que tomó el sector adyacente.
La iglesia sufrió los embates del terremoto de San Nicéforo, 9 de febrero de 1853, como se ve en la informe municipal: “En la Iglesia de la Transfiguración los cuatro extremos abiertos y otras varías reventaduras en el interior de la iglesia.”
Pertenecía al sector comprendido como Cantón San Antonio, y ya casi en las goteras del Cantón San Bartolomé. De rustica fachada y sencillo interior, paredes de adobe, por estar en una cumbre se le dio el nombre de “La Transfiguración”.
Los liberales del gobierno de José Rufino Barrios, alías el Justo, pensaron vender el templo, lo que causó la protesta justa del vecindario.
En acta municipal del 16 de julio de 1897, se encuentra:
“Un memorial en que varios vecinos del Barrio la Transfiguración piden se acuerde no vender el templo y la plazuela del barrio y dejarlo para las solemnidades religiosas, comprometiéndose en cambio los solicitantes a sembrar árboles y conservarlos para hacer de la plazuela una alameda”.
La violencia que se vivía en Chiapas, obligo a inmigrantes a trasladarse al sur, la emigración ocurrió en el siglo XVII, se establecen en Quetzaltenango, los Ovando llegaron asentándose primero en el Cantón San Sebastián y posteriormente en las goteras del Cantón San Nicolás, lugar que se conoció después como las 7 esquinas, adquirieron una manzana “Acuchillada”.
Como católicos ancestrales igual que muchas otras familias adquirieron imágenes sagradas, de su estancia en Chiapas; data el adquirir a escultor y taller desconocido la imagen de un Cristo Crucificado de tamaño grande y otro pequeño, el cual fue trasladado en la caravana hasta Quetzaltenango.
Al adquirir la propiedad, levantaron una enorme galera con hojas de macano o manaca, como capilla para el Santo Cristo, sitio donde permaneció hasta octubre de 1897, cuando las tías-abuelas Micaila y Rumualda Ovando, decidieron darlo a la Ermita de la Transfiguración.
Cuentan familiares (Marcelino Ovando), que el Cristo Crucificado más grande de Centroamérica pedía su templo, pues del rancho de manaca y por la inmensa casa, se escuchaban ruidos y chicotazos.
Eran días en los que vecinos del Cantón La Transfiguración, llegaban a visitar al Cristo y entre plegarias surgieron hechos milagrosos, que los impulsó a solicitarles la donación del enorme Cristo, para llevarlo a la colonial ermita.
En el Siglo XIX el Cristo Crucificado más grande de centroamérica permaneció en poder del matrimonio constituido por don Pedro Ovando y Doña Anacleta Villagrán de Ovando, padres de Micaela, Pedro, Rumualda, Ricardo y Marcelino, posteriormente estuvo en custodia de Marcelino Ovando, sin embargo, las hermanas Micaila y Rumualda, decidieron donar el Santo Cristo a la Iglesia La Transfiguración, aproximadamente en 1898.
Originalmente el Santo Cristo tenía resplandor y clavos de oro puro, se decía que le fueron robados por desconocidos, los que al quietarle los clavos dañaron los hombros de la imagen.
Al llegar a la iglesia el Señor de tan alto que era no cabía en ella, llevándolo para mientras a una casa a la que quietaron el techo haciéndole una espacie de torreta.
Según narra la abuela de Lic. Francisco Cajas Ovando y confirmada por doña Bernarda Ovando, decidieron cortarle parte de las piernas a la imagen, para que cupiera dentro de la vieja iglesia, lo cual se nota observando detenidamente el monumental Cristo.
En el terremoto de San Perfecto, 18 de abril de 1902, hizo que rodara por tierra la pequeña Iglesia de la Transfiguración, al igual que las Iglesias de San Bartolomé, San Nicolás, San Antonio y San Sebastián, desapareciendo las tres últimas, es entonces cuando se reparten en casas particulares las imágenes, al quedar en ruinas la capilla.
La imagen del Salvador del Mundo, fue recomendado en casa del señor Rafael Tumax, quién lo tuvo mucho tiempo hasta llevarlo la capilla de madera provisional, mientras se construía la iglesia formal.
Como dato curioso por el tamaño del Cristo, no cabía en el espacio de la casa y hubo necesidad de romper el tapanco, para que rostro y cuello cupieran bajo techo y así ser protegida de las inclemencias del tiempo.
Las autoridades de la época disponen construir en ese sitio otra cosa e inclusive vender los terrenos, los vecinos se dirigen telegráficamente al Presidente de la República, licenciado Manuel Estrada Cabrera, solicitándole permiso para construir un templo en el mismo sitio que ocupa el otro, la respuesta del primer mandatario de origen Quetzalteco, no se hizo esperar y es así como el 16 de septiembre de 1911, se comienza la construcción del actual templo.
En 1905 la municipalidad presidida por el Alcalde 1º. Coronel Mariano Vicente Díaz, ordenó a los cofrades indígenas mantener limpia la plaza, pues era un basurero, también que barrieran y quemaran la basura.
En el Acta municipal del 3 de noviembre de 1911, dice:
“Se dispuso que las diligencias que se instruyen a la solicitud del Comité que trata de reconstruir la Iglesia de la Transfiguración y que remitió a este despacho la Jefatura Política, pasen al señor Juez de Policía, para que de cumplimiento a lo mandado por aquel despacho.”
Existe en la sacristía del templo, un cuadro que dice:
“Quetzaltenango 16 de septiembre de 1911, cuando se colocó la primera piedra y lucho el señor Esteban Cotom, para dar principio al trabajo y los que lo ayudaron Ramón Tesó, Mariano Sac, Miguel Mejía, Felipe Estacuy, Salvador Ricuch, Obispo Toc, Julián Tay, Regino Quijivich, Vicente López. Arquitectos: Francisco Quijivich y Francisco Leiva. Encargados de la obra: Isabel Cotom Ixcot y Jesús Mendoza. Esta es un recuerdo de los que lucharon por la construcción de la Iglesia de la Transfiguración, Terminó en 1924.”
En el año 1924 se inauguró la construcción del nuevo templo el que presidió el monumental Cristo y desde entonces esta ahí en la zona alta del pueblo, rodeado de las antañonas montañas que guardan el valle de Quetzaltenango.
Según los conocedores es el Cristo Crucificado más grande de Centroamérica y de Guatemala.
El Salvador del Mundo, ha usado tres camarines, uno en forma de estuche de cruz, donado en 1928, por Teodoro García, otro similar mas pequeño que usó hasta finales de 1960, en 1961 el Comité del Templo decide construirle un nuevo altar, el que es inaugurado solamente en Domingo de Ramos de 1962. En 1992, se construye un nuevo camarín para el Santo Cristo, que es el actual.
El Templo de la Transfiguración, ha tenido durante su historia una peculiaridad y es que cuando alguien deseaba visitar el mismo, llegaba hasta la casa del encargado “a pedir la llave”, la que antiguamente era grande, y pasaba devolviendo la llave, esto se suspendió a causa de que hace algunos años fue sustraído el resplandor de plata del Santo Cristo y una cadena de plata y oro, que poseía la imagen de Jesús de la Columna, durante el tiempo que estuvo en dicho templo.
Se celebran en distintas fechas a las imágenes de Jesús de la Transfiguración y la bellísima y colosal del Cristo Crucificado, conocido como El Salvador del Mundo, los vecinos principiaron a celebrarlo, honrándolo cada 6 de agosto, convirtiéndose en una alegre tradición y en agradable feria.
6 de agosto: el Divino Salvador del Mundo, el día del Cristo Crucificado más grande de Centroamérica
El 6 de agosto de 1942, no hubo celebración, para desgracia ese día la ciudad fue azotada por un terremoto que causó serios estragos, principalmente en el sector que comprende la Iglesia de La Transfiguración, en línea recta hasta el Barrio de San Antonio, salvándose María Ernestina Pinto de Ovando, José Marcelino Ovando, hijo, y Lesbia Rosario Ovando Pinto.
Desde entonces surge una leyenda popular, de aquí que se celebre el día del Señor cada 6 de agosto, ya que los vecinos culparon al Comité de la Iglesia, de ser el responsable de la catástrofe, por no celebrar al Señor en su día, pues según su pensar, por ello ocurrió el terremoto de San Salvador del Mundo.
Hay dos ocasiones al año, en las cuales el pueblo católico de Quetzaltenango concurre a venerar al monumental Cristo: el 6 de agosto y el cuarto viernes de Cuaresma.
Según la tradición se celebra en muchos pueblos a Cristo Crucificado. El 6 de agosto se celebra a Jesús de la Transfiguración juntamente con el Cristo El Salvador del Mundo.
En los años de 1975 y 1976, un grupo de vecinos organizados, solicitaron apoyo a la municipalidad y vecinos, para que conjuntamente se pavimentará el atrio de la iglesia, obra que se realizó aproximadamente en 4 domingos, con el apoyo de mano de obra de varios vecinos, dirigidos por una directiva, que se conformó para el efecto.
El templo tuvo otras imágenes, hace algún tiempo en 1994, los ladrones depredaron el tempo robándose el Divino Rostro regalo al sector del presidente Manuel Estrada Cabrera, la colonial y pequeña imagen de la Virgen de Dolores, que permaneció décadas al pie del Santo Cristo y San Juan Evangelista, San Francisco.
En 1994, el antiguo comité se convirtió en asociación mixta, de San Salvador del Mundo y Jesús de la Transfiguración, ese mismo 6 de agosto, salió por primera vez la procesión de Jesús de la Transfiguración, y a partir de 1995, se acordó que esta imagen haga un recorrido por la ciudad, visitando hogares católicos.
Desde hace muchos años, este templo ha estado al cuidado de un Comité, formado por vecinos, los primeros comités tardaron veinticinco o treinta años, uno de catorce.
A partir de 1991, viene trabajando en vista que antiguamente solo se abría el templo el 4to. viernes de Cuaresma y 6 de agosto, festividad patronal, celebrándose la santa misa, los miércoles, y a partir del 20 de mayo de 2018, se celebra después de casi 50 años, misas dominicales.
En 2015 y 2016, el templo la transfiguración, casi un siglo posterior a su edificación fue restaurado en relación con el cambio de techo de madera y lamina, obra que se realizó por aproximadamente 6 meses, gracias a la dirección de la junta directiva del Comité, con el apoyo de fieles bienhechores, que apoyaron económicamente.