Saltar al contenido

Yacente del Calvario | Maiestas Domini: Rey de Cielos y Tierra

Poporopoas_pinulito_septiembre
Adorno del Cristo Yacente del Calvario en 1982
Adorno del Cristo Yacente del Calvario en 1982. Foto de Procesiones del Ayer

Por Israel Santos

A este momento, luego de recordar algunos adornos de la década de los ochenta de la procesión del Santo Entierro del Cristo Yacente del Calvario, podríamos llegar a resaltar algunos aspectos comunes.En primer lugar, la ausencia de rótulos o letreros explicativos. ¿Eran estos vitalmente necesarios para generar un mensaje?, definitivamente no. El discurso propio del “entierro de un rey” era construido a base de códigos necesariamente no lingüistícos tales como colores, formas, texturas que junto a otros tales como el olor a incienso, la música solemne, el peso visual de luto del día, generaban en conjunto, un concepto que a su vez despertaba una serie de emociones y actitudes.

El Viernes Santo 9 de abril de 1982, -por cierto una Semana Santa bastante tardía-, la procesión del Calvario presentó una alegoría que según las crónicas del Doctor Haroldo Rodas, generó bastante extrañeza en la población católica acostumbrada a decorados mucho más sobrios y elegantes.

Recordemos que tan sólo un año atrás, junto al inicio de una nueva década, la Hermandad estrenó el mueble actual con capacidad para 80 cargadores y que según se sabe, fue conceptualizado por el Señor Guillermo Lira como una reinterpretación simbólica del Templo griego de “El Partenón” dedicado ya no para adoración de tipo politeísta sino consagrado al culto del único Dios vivo y verdadero representado en la Consagrada Imagen del Santo Cristo Yacente.

Adorno del Cristo Yacente del Calvario en 1982 (2)
Adorno del Cristo Yacente del Calvario en 1982. Foto de Procesiones del Ayer

El surreal adorno consistió de una enorme bóveda azul fabricada con material acrílico y salpicada con estrellas, en cuya parte central fue colocada una estructura metálica que, cubierta con una sábana blanca, sostenía la imagen del Señor Sepultado. Los catorce metros de longitud del mueble, totalmente carentes de temor al vacío permitían apreciar en una visión casi celestial y mayestática el cuerpo inerte que horas antes había sido desclavado de la cruz.

El impresionante descenso de la procesión por el puente de la 19 calle fue captado por la revista española Geo Mundo y publicado en un reportaje sobre la Semana Santa de Guatemala publicado al año siguiente.

Mucho se ha hablado que sobre la 7ma. Avenida, a inmediaciones del antiguo cine Fox una bomba panfletera explotó generando pánico, siendo aun así, una excusa poco válida para interrumpir la tradicional procesión, realizada en medio de una convulsa situación política junto a un conflicto armado que en pocas ocasiones se manifestó en la capital de la República.

También te puede interesar:

Salir de la versión móvil