A la Virgen de Dolores de la Recolección se le conoce como una expresión conmovedora por el suplicio que vivió su hijo Jesús, contemplando tanta maldad en su propia carne y más aún, siendo inocente.
El corazón de la Madre se mueve al ver tanto sufrimiento y latigazos. La Virgen de Dolores es una talla escultórica que data del siglo XVIII.
Según algunos datos históricos estuvo antiguamente a los pies del Cristo Crucificado que se encuentra en el altar mayor de la Iglesia de la Recolección; otros datos indicarían que la imagen formó parte de un «misterio» del nacimiento de Jesús y fue modificada para ser una «Virgen de Dolores» por el prestigioso encarnador y maestro escultor Humberto Solís para que fuera la acompañante en el cortejo procesional de Jesús Nazareno del Consuelo.
Las manos de la Virgen de Dolores de la Recolección están en dirección hacia su pecho, cada vez que sale en procesión lleva un pañuelo y un rosario; este Rosario es el mensaje a sus devotas y devotos que siempre debemos llevar uno y rezarlo.
En los rasgos, la imagen posee ojos avellanados con su rostro inclinado demostrando cierta ternura, a pesar del sufrimiento de su hijo, Ella siempre está serena.
En su advocación de «María Dolorosa», basado en los 7 dolores de María Santísima contemplando sus escenas.
Algo que llama la atención de la Virgen de Dolores de la Recolección, son los ajuares que posee quien en su mayoría la ha hecho «Doña Josefina» quien vive en Santa Lucía Cotzumalguapa y los múltiples obsequios en su ropaje que lo han hecho devotos y devotas.
La Consagración de la Virgen de Dolores de la Recolección
El 2 de septiembre de 2007, en solemne Misa es consagrada la Virgen de Dolores por Monseñor Rodolfo Quezada Toruño(+) con la participación de Fray Leonardo Garcia Atagón OFM quien era Director Espiritual de la Hermandad de Dolores y Párroco del Templo.
En pequeñas andas, en hombros de socias fundadoras de la Hermandad de Dolores y devotas cargadoras y colaboradoras, era conducida la Venerada Imagen de la Santísima Virgen de Dolores, para ser colocada en su sitial de honor, bajo la imponente cúpula del neoclásico templo de la Recolección.
Luciendo un hermoso ajuar de pana alemana, en sus colores iconográficos, bordado en los talleres de la Señora Josefina Lino Cano.
Estrenando en esta oportunidad el hermoso juego de orfebrería, resplandor y data y luciendo a sus pies una ofrenda floral de tulipanes blancos.
La ceremonia fue muy solemne y el Cardenal Monseñor Rodolfo deleitó a todos los feligreses que abarrotaron el templo, con una impresionante y hermosa homilía, previo tan esperado momento de la unción con los óleos a la venerada imagen.
Cabe destacar que el coro de la Hermandad, se lució con su participación en la Santa Eucaristía, llegado el ansiado momento y como fondo «El Diario de María», y así fue ungida la imagen en la frente, manos y pies.
Aplausos de los presentes, el sonido de los cohetes en el exterior del templo y posterior ello la firma del Acta de Consagración, a los acordes de la marcha oficial coral «Maria La Penitente».
Al Concluir la ceremonia, fue trasladada la Consagrada Imagen a su anda procesional, que en esta oportunidad era un homenaje a nuestro fundador Fray Miguel Angel Murcia, por conmemorarse el 50 aniversario que compuso la marcha oficial «Maria La Penitente».
Destacaban a largo del anda, libros de canto con las estrofas de la letra de la marcha. Al centro en un pedestal la Imagen de la Dolorosa recién consagrada luciendo espléndida.
En la parte final del anda, un órgano en el que un ángel interpretaba las notas de la marcha.
Se destacaron hermosas composiciones de rosas rojas y lirios, que aportan elegancia al conjunto.