Anécdota de: Lesly Armas.
Recuerdo que fui a ver a Catedral la salida de Jesús de la Indulgencia ya consagrado, y estando en la catedral escuché cuando entonaron la marcha de la inspiración del maestro Antonnino Oddo ‘Indulgencia’.
Cuando casi salía Jesús vi para abajo y se me había caído mi turno, desconsolada seguí caminando, yo tenía el turno de damas, que correspondía frente a Santa Catalina.
Estaba triste porque ni un recuerdo me iba a quedar de esa procesión, cuando pasamos por el sauce (ya casi iba a ser mi turno) pensé: «Jesús no te olvides de mi» y me puse a llorar, me quedé en la esquina de la Recolección esperando cuando vi una hermana de blanco me dijo: ¿Te gustaría cargar este turno en la esquina de la Recolección?
Era el turno 19, la marcha era: «Mujer ¿por qué lloras?» y no salia de mi asombro. Era como si Jesús hubiera leído mi mente, fue algo que no creía…?????
Todavía lo recuerdo como algo muy especial, afortunadamente cargué, el que perdí también tuve la bendición de cargar, solo que tuve que correr entregando mi turno y me fui a formar.
¡Gracias Jesús de la indulgencia!
Sólo un cucurucho entiende el significado de ésta anécdota ¿Tienes tu una qué contar? nos gustaría compartirla.