Anécdota de: Sergio Villatoro
Yo he cargado a Jesús de Candelaria desde que tenía 16 años y no fallé hasta la semana santa de 2009, el año anterior me había casado con alguien que no valoró lo que teníamos, pero esa es otra historia.
Resulta que por ella, ese año de 2009 no cargué mis turnos de Semana Santa porque ella quería hacer un viaje, al final me convenció y mal decidí no cargar a Jesús de Candelaria.
Bien dicen que si uno pierde el turno por alguna razón que no valga la pena, luego cuesta recuperarlo, y es cierto porque desde ese año por una u otra razón no pude conseguir mi turno para candelaria.
Así paso el tiempo hasta que el año 2014 estuve pidiéndole a Dios en mis oraciones que consiguiera ese turno con Jesús de Candelaria; llegó el día de inscripción para nuevos, hice mi cola y cual fue mi sorpresa que casi llegando a la iglesia sale un hermano a decir que ya se habían agotado los turnos, yo ese día regrese muy triste a mi casa.
Pero seguía pidiendo a Dios que me permitiera cargar a tan bella imagen, un amigo me dijo el día miércoles santo a medio día había reventa de los turnos que no habían recogido, pues fui a ver ese día al salir del trabajo un poco incrédulo y resulta que si había reventa e hice mi cola.
Al llegar al cartabón me dijeron que ya no había turnos para ese alto, pero que pasara igual a preguntar. Al llegar a la mesa resulta que había un solo turno de mi alto y le di gracias a Dios, pagué mi turno y salí, cuando saque mi turno y leo la dirección unas lágrimas salieron de mis ojos, al ver veo que era el turno de la Merced, el mismo turno que cargué la última vez antes que perdiera mi anterior contraseña.
Ese 2014 cargué el mismo turno que cargue el 2008 en donde dejé de cargar, volví a iniciar nuevamente, al siguiente año madrugué y saqué nuevamente mi contraseña, y ahora no pienso perderla y le pido a Dios que no me deje perder mi contraseña otra vez.
¿Qué anécdota quieres compartirnos? envíala y nosotros la publicaremos en el sitio.