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Seis años lejos de la Dolorosa de Candelaria

Anécdota de: Ana Lisseth.

Mi familia es católica y muchos de mis primos, incluyendo mi hermano, acostumbraban llevar en hombros a Jesús de su devoción.  Mi mamá me contaba sus propias anécdotas como devota cargadora y es allí cuando nace mi deseo de llevar en hombros las imágenes tradicionales de la Semana Santa capitalina.

Inicié en la procesión infantil de Candelaria, acudía todos los años por mi turno, hasta que un año me dijeron que ya era muy alta y ya podía llevar en hombros la procesión de Jueves Santos,  era lo que tanto deseaba escuchar.

Virgen de Dolores de Candelaria (2)

Ese mismo año adquirí mi turno, cargué, el año siguiente también (2010) y ese fue el último año que cargué por diversos motivos. Acudí a la iglesia para la compra de turnos de Semana Santa 2016 y ¡cuál fue mi sorpresa al entrar y ver en el centro la imagen de la Dolorosa!

Sentí un sudor helado y en el fondo sentí como si me dijera: «te he estado esperando, por fin llegas». Lancé una mirada suplicando perdón y con una sonrisa le respondí: «he vuelto luego de algunos años, con la certeza que sabías que volvería y me acogerías con los brazos abiertos».

Pues a pesar de haberme alejado, mi madre me demuestra que nunca me ha dejado sola.

Virgen de Dolores de Candelaria (1)