Esta es la Historia del Santo Hermano Pedro de Betancourt de anécdotas muy singulares en la vida de este hombre ejemplar que promovió el nacimiento y pasión de Jesús.
Aquí encontrarás:
Un 25 de abril de 1667 en la entonces Ciudad de Santiago de Guatemala, a los 41 años entrega su alma al creador aquel que sería llamado con diferentes denominaciones entre las cuales mencionamos “el hombre que fue caridad”, “el San Francisco de America” entre otros.
El primer Santo de Centroamérica
También es el primer Santo canonizado en tierras Centroamericanas y en Guatemala, por cuya espiritualidad y entrega de caridad se funda la primera y única Orden Religiosa canónicamente reconocida en el continente americano, pero para los guatemaltecos hay mucho más que decir de este Santo Hermano Pedro Varón de origen tenerifeño, ya que adoptó estas tierras como suyas dando viviendo nuestras tradiciones así como origen también a muchas de ellas.
Las tradiciones que inculcó en la historia del Santo Hermano Pedro de Betancourt
Pero también hay tradiciones y encuentros místicos que definen la historia del Santo Hermano Pedro como un devoto fiel de la Pasión de nuestro señor… o dicho de otra manera como un Buen Cucurucho debería de ser.
La Historia del Santo Hermano Pedro se sabe por testimonio del padre Manuel Lobo confesor que este Santo hombre poseía un infinito amor a la contemplación de los misterios redentores, es así que hay registros que confirman que perteneció a la cofradía penitencial de Jesús Nazareno de la Iglesia Nuestra señora de las Mercedes, se cuenta que el terciario Franciscano visitaba en altas horas de la noche este templo donde pasaba largas horas de contemplación y adoración.
También a principios de enero de 1655, Pedro tuvo una experiencia mística: sintió que tenía a su lado a Jesús Nazareno. En su diario se encuentra esta anotación, sencilla pero que es motivo de reflexión: “Desde el ocho de enero me acompaña mi Jesús Nazareno, año de 1655”.
Así mismo fue uno de los constructores del templo del Calvario de la ciudad colonial, esto por encargo de los Frailes Franciscanos de donde se desprende un hecho místico y una leyenda; uno de ellos cuenta que estando reunido con otros hermanos terciarios en la Ermita del Santo Calvario, para realizar sus ejercicios devotos, una imagen de Cristo Crucificado que se encontraba en el altar mayor de esa Ermita resultó sudando.
Su sacrificio marcó la historia del Santo Hermano Pedro
Cuando los hermanos allí reunidos deseaban llamar a un Escribano para certificar el hecho, el ahora Hermano Pedro se los impidió, diciendo: «¡No lo llamen! El sudor de Cristo es por causa de mis culpas y pecados».
Tres días seguidos continuó la transpiración milagrosa de la imagen. Esa imagen de Cristo Crucificado era la misma que le había señalado Fray Gregorio de Ayala y Mesa como cátedra donde debía aprender.
Así mismo este lugar es origen de la Leyenda del Santo Cristo Yacente de Santa Catalina en la cual se narra que estando en oración delante del crucificado tomando movimiento le habló y le expresó su intención de no permanecer mas crucificado ya que quería descansar yacente en el convento de las catarinas.
Pero hubo una imagen de Cristo sufriente que tocó lo más hondo de su corazón, y este era su hermano: su prójimo mas desvalido, quien no tenía quien lo cuidara y ayudara, lo que inspiró a fundar el hospital de convalecientes de nuestra Señora de Belén, lugar donde se conoce también tiene origen la devoción a Jesús Nazareno del Beaterio.
Es por ello que el hermano pedro al haber ya fundado este lugar para los pobres donde realizaba diversos actos de misericordia decía a sus hermanos ayudantes “tratad a cada uno de estos hermanos como si fuese el mismo Cristo”.
Fue Canonizado el 30 de Julio del 2002 en un evento histórico sin igual en la nueva Guatemala de la Asunción, y así el hombre se transforma en la Historia del Santo Hermano Pedro.