El Recorrido de la Procesión de la Virgen de Candelaria para este 3 de febrero se encuentra en el afiche oficial publicado por la Asociación de Jesús de Candelaria; como parte de las festividades en la Parroquia que celebran a su patrona La Virgen de Candelaria.
Aquí encontrarás:
El 2 de febrero es costumbre de llevar al «Niño Dios» a bendecirlo, pues se sabe que ése día litúrgicamente es el de «La Presentación del Niño Dios en el Templo«; así también se llevan candelas que simbolizan la Luz en el camino por éste mundo y que ésta Luz sea bendita para que podamos llegar al cielo.
Éste día también es cuando se termina la Novena que se realiza en nuestros hogares, nosotros, la comunidad de Cucuruchos iniciaremos el 25 de Enero, ¿y Ustedes?
Programa de actividades:
Novenario
- 24 de enero al 1 de febrero.
- 07:00 – 18:00 horas, Santa Misa.
- 17:00 horas, Rezo de la novena.
2 de febrero | Festividad de la Virgen de Candelaria:
- 06:00 horas; Rezo del Ángelus y cantos por coros parroquiales.
- 07:00, 10:00 y 18:00 horas, Santa Misa.
- 12:00 horas, Misa mayor de la festividad de la Virgen de Candelaria.
3 de febrero | recorrido de la Virgen de Candelaria:
Día de San Blas Obispo y conmemoración de los aniversario de consagración de la sagrada imagen de Jesús Nazareno de Candelaria.
- 11:00 horas, Santa Misa de aniversario de Consagración de Jesús de Candelaria.
- 20:00 a 22:00 horas, marimba en atrio del templo.
- 22:00 horas, se cerrará la Parroquia de Candelaria, previo a ello quema de torito y pólvora.
Puntos de referencia en el recorrido de la Virgen de Candelaria 2024:
- 15:00 horas, salida de la procesión con la Virgen de Candelaria.
- 16:00 horas, rectoría de Santa Teresa.
- 17:10 horas, Catedral Metropolitana.
- 18:10 horas, arco de correos.
- 19:00 horas, Parroquia de Santo Domingo.
- 19:50 horas, Santuario de San José.
- 20:40 horas, asilo Santa María.
- 21:30 horas, entrada.
Foto de portada: tomada de la Fan Page oficial de Cristo Rey de Candelaria.
Recorrido de la Virgen de Candelaria 2024:
Sobre la devoción a la Virgen de Candelaria:
La devoción a la Virgen de Candelaria irradia su luz como la cálida presencia de una madre que nunca deja de velar por sus hijos. Es una manifestación sublime del amor y la fe, tan arraigada en el corazón de los creyentes que trasciende el mero paso del tiempo. Esta devoción florece en particular cada 2 de febrero, fecha en que la Iglesia celebra la presentación del Niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen María, en un episodio conocido como la Fiesta de la Candelaria.
La leyenda susurra que la Virgen de Candelaria apareció en las Islas Canarias, bañada por las aguas atlánticas y envuelta en un manto de misterio y esperanza. Como madre y guía, la imagen que representa a la Virgen sostiene en sus brazos al infante Jesús, simbolizando la luz de Cristo que ilumina el mundo. Esta venerada figura ha sido nombrada Patrona de Canarias, mas su influencia se extiende también a través del océano, alcanzando las costas de América Latina, donde su devoción se celebra con una fervorosa pasión.
En muchos rincones del mundo, la Virgen de Candelaria es el refugio espiritual de los fieles. En países como Perú, Bolivia, Venezuela y Guatemala, entre otros, esta devoción se materializa en festividades llenas de color, música y oración. En Perú, por ejemplo, la ciudad de Puno se convierte en un escenario vibrante, donde la fe y la herencia cultural se entrelazan en la fiesta de la Virgen de la Candelaria, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Por las calles se despliegan procesiones en las que la imagen sagrada avanza con solemnidad, circundada por danzantes que ofrecen su arte como un homenaje, una plegaria de movimientos que ascienden al cielo en forma de danza. La música folclórica resuena como fondo de este majestuoso cuadro, notas que parecen acariciar el alma y elevarla hacia un estado de gracia divina.
La fe en la Virgen de Candelaria congrega a los devotos no solo en magníficos templos y catedrales sino también en humildes capillas y hogares, donde las velas se encienden como símbolo de una búsqueda incesante por la luz en medio de las tinieblas del mundo. Cada vela que se ofrece en su honor es una promesa, un hilo de esperanza que teje la comunión entre los fieles y lo divino.
A lo largo de los años, la devoción a la Virgen de Candelaria ha sido un consuelo para quienes enfrentan adversidades, una compañera en las alegrías y penas de la vida. Sus seguidores la invocan como protectora de las familias, de los marineros, y de todos aquellos que necesitan una guía en sus horas más oscuras. Con cada oración y cada fiesta en su honor, la figura de la Virgen de Candelaria se entrelaza aún más con la vida y el espíritu de sus devotos.
Así, entre el fervor religioso y la poesía del acto devocional, la imagen de la Virgen de Candelaria se alza como un faro eterno, cuya luz nunca cesa de brillar en el vasto océano de la fe humana. En los ojos de la Madre, hay consuelo y en su corazón, un refugio inagotable de amor y esperanza para todo aquel que se acerca a ella con fe y devoción.