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Quinario a Santa María Magdalena

DÍA SEGUNDO

Discípula de los apóstoles, Magdalena Gloriosa, que creciste en el fervor y deseo de aumentar tu fe en el Divino Maestro Jesús habiendo acompañado a su sacratísima Madre de Jesús durante todo el tiempo después de su dichoso paso fuiste desterrada de los judíos y entregada a la olas del mar para que allí perecieras y fuiste al Puerto de Marcella dónde difundiste la verdad del Evangelio haciendo prodigiosos milagros como fue mantener viva a una princesa que había muerto durante el parto y
conservando la vida del infante.

María Magdalena

No olvides Santa mía tus benditas manos concediéndonos un gran amor y honra a Dios, temor al pecado mortal, la propagación de la fe en los infieles, el aumento de la devoción y tu ayuda en todos nuestros trabajos y la perpetua consolación en la Gloria. Amén.

Padre Nuestro y Ave María