El cristianismo oriental ha marcado la pauta sobre la festividad de la Natividad de la Virgen María, recordaremos como todas fiestas marianas tiene hondas raíces eclesiásticas e históricas que se celebran a lo largo del mundo.
El origen de la festividad de la Natividad de la Virgen María es de los evangelios apócrifos, aquellos los que hablan entorno a la Natividad. El proevangelio de Santiago, el de pseudo Mateo y el de Pseudo Tomás que relatan cómo San Joaquín y Santa Ana no pudiendo tener una hija, ruegan a Dios esa bendición.
Así el Arcángel Gabriel se les aparece en visión a San Joaquín y a Santa Ana diciendo que su prole, su cimiente tendrá el mando de toda la humanidad.
En ese orden de ideas, los dos Santos se unieron en devoción y amor a Dios y buscaron ese acompañamiento. Algo loable, que incluso se podía observar en las primeras imágenes de la Inmaculada Concepción donde se ve a San Joaquín y Santa Ana en un beso amoroso como preludio al acto conyugal que implicaba la concepción de un ser humano.
Es importante resaltar que en ninguno de los evangelios apócrifos dice que Santa Ana fuera virgen.
Esta festividad de la Natividad de la Virgen María se enmarca en el 8 de septiembre, 9 meses después del 8 de diciembre día en que celebramos a la Inmaculada Concepción de María; vemos cómo la Iglesia Católica no se equivoca en sus fechas.
Hoy en día la festividad de la Natividad de la Virgen María ha perdido su auge, a comparación de épocas anteriores. En la carta del Arzobispo Pedro Cortés y Larraz al Rey Carlos III en 1774 manifiesta que en la gran mayoría de conventos, curatos, parroquia, ermitas en lo que era el arzobispado de Santiago de Guatemala dentro del Reino de Guatemala que comprendía los territorios de El Salvador y Guatemala.
Todos los obispados que estaban adscritos a este Arzobispado debían de celebrar la festividad de Natividad de la Virgen María. Así, cofradías que existían sobre la Natividad y me detendré en algunas para comprender la iconografía de la Natividad.
Las cofradías mercedarias: Los curatos de Santiago Tejutla y Nuestra Señora de Concepción Chiquirichapa
Curatos que tienen cofradías desde el siglo XVI, de hecho la de Santiago Tejulta tiene como patrona a la Virgen de la Natividad; una preciosa imagen vestida de plata, como la de Chiantla y la de San Juan Ostuncalco que lamentablemente se quemó.
La iconografía de la Natividad de la Virgen María Santísima
Vamos a entender que la iconografía de la Natividad como tal no existe. No hay registros en el siglo XVI o siglo XVII imágenes que representen a la Santísima Virgen en los primeros días de vida, sino que encontramos hasta el siglo XVIII con hermosas imágenes; como las que podemos ver en La Merced y San Francisco en la Nueva Guatemala de la Asunción.
¿Cómo se representaba la Natividad de María antes del siglo XVIII?
Mucho antes de estas hermosas y barrocas imágenes de la Natividad de la Virgen María Santísima que podemos apreciar, era precisamente con la advocación. El elemento iconográfico era la Inmaculada Concepción.
De hecho la Inmaculada Concepción de Tejutla y de Chiquirichapa son ejemplos de la representatividad de la Natividad. Y así podríamos revisar en otras áreas de evangelización franciscana en la parte del occidente del país.
La orden dominica representaba por ejemplo, en Escuintla una joven Niña. En los antiguos pueblos de Concepción Escuintla encontramos imágenes de Santa Ana con la Virgen María, y ésta sosteniendo al Niño Jesús.
Otro ejemplo, pero ya mediados del siglo XVII, las dos imágenes de Santa Ana que se encuentran en San Cristóbal Totonicapán donde ambos casos se ve cómo sostiene Santa Ana a la Virgen María.
Dentro de los dominicos hubo un culto muy fervoroso de Santa Ana, donde podríamos encontrar a la Virgen María de niña, pero no encontramos como tal en su Natividad.
Es así como la Santísima Virgen hace presencia en el mes de septiembre: el día 8 festividad de la Natividad de la Virgen María, 8 días después de esta celebraremos la festividad del «Dulce Nombre de María» y 8 días siguientes la festividad a la Virgen de los Dolores, patrona de las gestas independentistas en Mesoamérica por el famoso «grito de Dolores» que el cura Hidalgo, párroco del curato de Dolores, Hidalgo en Guanajuato, México por la cantidad de feligreses que asistían a este lugar.