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Cómo ser MUJER al lado de un ‘Tonto de Capirote’ y no morir en el intento

Este artículo va dedicado a todas las MUJERES, Madres, Hijas, Novias, Esposas, Amigas, Hermanas… etc.

Para las que engendran cucuruchos; para las que hacen las túnicas; las mujeres que se pasan corriendo horas para ver a su esposo, hermano e hijos en la procesión; para las que echan horas extra en la casa cocinando platos de la época; para las que pasan horas solas porque sus «lindos hombres» tienen reunión cucuruchesca, velaciones o conciertos de marchas fúnebres; las que sus hijos, maridos, novios están debajo de un anda trabajando el adorno, los que montan los pasos, ponen las flores, escriben artículos, van a los conciertos, velaciones, o se dedican a tomar fotos de Semana Santa.

Para todas ellas las más sinceras GRACIAS; sí, gracias, por hacer posible la Semana Santa de nuestro país; ellas están ahí dando su apoyo, y, por qué no decirlo, sufren uno que otro disgusto provocado por la ausencia de sus hombres, ellas están ahí, no lo olvides.

Se ha escrito mucho de la Semana Santa, y de hombres relacionados con ella, pero aún no había visto algún artículo relacionado con las mujeres y tal vez aunque hoy en día se van integrando de una forma más activa, siempre han estado ahí, pero no nos hemos fijado en ellas como personas, solo nos hemos fijado en las mantillas, en sus trajes,  en algún bordado que ha hecho fulanita de tal…

Para todas las mujeres que tienen a su lado algún tipo de TONTO DE CAPIROTE* (tonto de procesión, platicador y conocedor de la semana santa, cargador, pregonero, romano, palestino, miembro de la banda, etc…) No decaigas ¡Ánimo! Piensa que eres una pieza importante y fundamental en la Semana Santa, y si no te gusta, también pueda ser un sacrificio que se puede ofrecer a Dios.

Al fin y al cabo nuestros «TONTOS DE CAPIROTE» trabajan y hacen todo esto por Dios y Su Madre.

Mejor que estén con Dios que «DIOS SABE DONDE».

Son muchas las experiencias propias y ajenas que conozco, y no creo que sea buena idea contarlas todas, pues va a parecer uno de esos programas rosa, pero ¿quién no tiene alguna que otra anécdota?

Cuántos hombres se emocionaron al ver a sus hijos vestidos con esa túnica de la cofradía, hermandad, asociación con su capirote o casco, su paletina y fue mamá quien la hizo. 

Sí, esa mujer que engendró a un cucurucho (vino al mundo sin túnica, paletina, cinturón y capirote puesto;  menos mal). Lo crio y vio como ese pequeño tocaba el tambor con unos palillos de los zapatos y un antiguo tambor de bote de leche; como jugaba a la procesión con el peluche como sepultado. 

Pues ese pequeño ya es un hombre. Un hombre muy relacionado con la Semana Santa, porque es cargador de las Procesiones Grandes, pertenece a una Hermandad, trabaja en los grupos de adorno, se dedica a montar los pasos de vía crucis, viste las imágenes, toma fotos y no sabe donde las va a almacenar, le gustan los vídeos y también las colecciones, le gusta la música. 

Ahora viene hecho un «TAMAL MORADO» con olor y  fragancia a «Sudor con Incienso», seguro que alguna de estas cosas hacen vuestros hombres, hijos, novios, y simplemente amigos.

Recuerdo una mujer que le dijo a otra la suerte que tenía, pues a su marido le gustaba la Semana Santa, y que era una semana nada más. ¡Qué lejos estaba aquella mujer de la realidad, para a los que les gusta la Semana Santa! esta dura meses o todo el año. Hay quien piensa que sus maridos pasan de ellas porque las absorbe su «tontura semanasantera» pero seguro que no es así, ellos necesitan un «vicio» menor y mejor que sea éste.

Para sobrellevar esta carga cucuruchesca, te daré algunos consejos de una gran sufridora de los «tontos de capirote» y por experiencia recomiendo:

  1. «Si no puedes con el enemigo, únete a él». Pues acompaña a vuestros hombres, pero no sólo el día de la procesión, bien guapas… también a los demás actos, ellos lo agradecerán.
  2. «Déjale escuchar sus marchas fúnebres» aunque sea cualquier mes del año y si tiene algún vídeo también. No es bueno desengancharlo de repente, el síndrome de abstinencia puede tener graves consecuencias. Pero ¡cuidado! Si ves que el canario silba marchas de Semana Santa, el caso ya es grave.
  3. «Sorpréndelo con algún libro, CD, de Semana Santa». Y ¿por qué no? Colonia de esencia de incienso, se sentirá como en sus mejores días.
  4. «Déjale un rincón para su altar semanantero en la casa», pero cuidado, puede llegar a invadirlo todo y ser un museo en lugar de un rincón. Conozco el caso de algunos que tenían su propia capillita con sus santos y hasta le hacían sus triduos, novenas, con incienso, altar de cultos, marchas.  Vamos, todo un acontecimiento cucuruchesco en la misma casa. A veces, a falta de imágenes de talla, utilizaban alguna que otra muñeca del mercado bien ataviada según el tiempo litúrgico. Y los hay peores, créanme… los que necesitaban toda una habitación para montar sus altares de Semana Santa.
  5. «Asociarse entre nosotras, para apoyarnos y darnos ideas mutuamente para sobrellevar nuestra penitencia personal».
  6. «Si el caso es grave, apuntarlo en la comunidad de CUCURUCHO EN GUATEMALA, grupo de desintoxicación cucuruchesca» que siempre hablamos de esto, pero lo ayudaremos a orientar correctamente su devoción (próxima apertura por la gran recogida de firmas en todo el País; sobre todo en Antigua y Guatemala, Ciudad).

Espero que este artículo sirva para que todos nos demos cuenta del apoyo activo que realizan las mujeres por la Semana Santa, muchas veces desapercibido, que consiste en apoyar a sus «TONTOS DE CAPIROTE».

* «Un tonto… es una expresión coloquial que designa el estado en el que nos encontramos cuando algo nos absorbe hasta el límite de nuestra personalidad». Del libro «Tontos de Capirote» de Francisco Robles, p 24.

Gracias a todas esas Mujeres que participan de nuestra Semana Santa.

Por: Francisco Robles (Del libro «Tontos de Capirote» de Francisco Robles, P 24.; adaptado a la realidad guatemalteca)

http://www.cadizcofrade.net/articulos/tontosdecapirote.html