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El más bello regalo para una josefina

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Ser josefina para mí es un orgullo. Mi devoción hacia ellos surgió desde muy niña y cada día confirmo que mi lugar es aquí, con el Rey del Universo y la Reina del Domingo de Ramos. Ellos me han dado tantas bendiciones, pero una en especial que ha cambiado mi vida. Cuando comenzaba a ir ver las procesiones de San José, Recolección y Candelaria, ya entrando a mi adolescencia, notaba muchas parejas de cucuruchos y devotas, me llamaba la atención verlas, sobretodo el Domingo de Ramos. Ver cómo iban de la mano, buscaban un espacio para ver la procesión o simplemente platicando de cómo iba el adorno y que les había hecho sentir las Imágenes de Jesús y la Virgen. En ese momento soñaba con tener un novio cucurucho y con esto les cuento mi historia: El más bello regalo para una josefina.

Con el paso de los años fui desechando esa idea, pues la mayoría  de los muchachos que conocía no tenían nada que ver con las procesiones. En fin, en el 2015 sucedió lo inesperado. Aparte de que mi grupo de amigos cucuruchos había crecido un poco, conocí una persona que llegaría de una manera que yo jamás hubiese imaginado. Nos conocimos en las inscripciones de damas de la Recolección el Domingo de Carnaval, una amiga mía nos presentó. Yo estaba toda tímida que nisiquera le dirigía la palabra. Todo fue dándose poco a poco.

Fuimos a misa el Miércoles de Ceniza a Santo Domingo, nos inscribimos juntos en varias procesiones; pasamos toda la cuaresma entre cita y cita. Entre tantas cosas que él y yo teníamos en común, había una que yo amaba y era que ambos teníamos un amor muy grande por Jesús de los Milagros, alfìn había encontrado a alguien que aguantar mis infinitas pláticas del Domingo de Ramos.

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Pasaron los días, la Cuaresma ya se había ido y el Domingo de Ramos estaba próximo. Yo no pensaba nada más que en vivir mi día favorito del año y ahora acompañada de alguien especial. Nos juntamos a partir del Arco de Correos a ver el paso de Jesús y la Virgen. Quedamos en juntarnos en el Palacio para ver tan hermoso paso. Nos encontramos en el lugar ya indicado, vimos el paso de Jesús y en eso momento todo lo que de niña me había imaginado se estaba haciendo realidad.

Estaba ya María Magdalena y San Juan enfrente y al fondo se escuchaba el Inicio de Mater Dolorosa (que es mi marcha favorita) El vino me agarro de la mano y empezó a decirme lo maravilloso que había sido pasar toda esta cuaresma compartiendo conmigo. Mientras el habla la Virgencita seguía avanzando y al momento en que Mater Dolorosa terminaba y ella Llego justamente frente a nosotros, él la vio y me hizo una pregunta “¿Quieres Ser mi novia?” solo recuerdo que empecé a llorar de la felicidad y lo abracé. Luego de eso fuimos a ver el paso de Jesús por Santa Catalina, ahí también le tocaron Mater Dolorosa y mientras lo iba viendo, mi novio me agarro la mano, lo vimos y mi mente comenzó a recordar esas escenas de los novios que vi de niña y saber que ese día mis Reyes del Domingo de Ramos me dieron la bendición de por fin tener a mi “Novio Cucurucho”.

Un Año y 8 meses después de eso puedo confirmar que ha sido el regalo más grande y lindo que el Rey y la Reina me han dado. ♥

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