Por: Edwin Rodolfo García
Son grupos escultóricos que representan diferentes momentos de la pasión de Nuestro Señor y fue Santo Domingo quien primero los trajo a Guatemala.
Los primeros fueron traídos en 1929, siendo éstos: La oración en el huerto, el encuentro de Jesús con la Virgen, El cirineo, El Calvario y La piedad. Al respecto reproducimos la nota del diario El Imparcial sobre la Semana Santa de ese año referente a la procesión de Santo Domingo:
“Es patética e imponente la procesión del Cristo de la urna, que sale de Santo Domingo. Declinaba el sol y la columna de penitentes va pasando entre un mar de almas y con ellos grandes estandartes; banderas negras e insignias; luego desfilan ángeles vestidos de luto; a continuación las nuevas estaciones traídas de España, sobresaliendo la que representa el encuentro.
Maria le sale al paso al mártir y de rodillas está en actitud de consolarlo, mostrando el rostro angelical, expresión de suprema angustia; la magdalena ve abstraída al maestro agobiado bajo el peso de la cruz, en tanto que un fariseo, de rostro bestial, frunciendo el ceño, encapota la mirada de hiena, con repugnante cobardía, presa de furor, parece que va a dejar caer un látigo sobre su víctima.
Pasan enseguida los escuadrones conduciendo estandartes, es un desfile interminable: detrás llevan al Cristo muerto en rica urna, presenta el rostro pálido, ligeras manchas de sangre deja ver sobre la frente; los párpados aparecen ligeramente entreabiertos; dando el conjunto la sensación de un cuadro intensamente doloroso. A los lados de la urna caminan Nicodemus y Arimatea y por último la Virgen dolorosa, la mujer de belleza ideal que vio angustiada el tremendo deicidio, el atentado más monstruoso que se ejecutara en el transcurso de los tiempos.”
En 1932 llega el paso “La sentencia” y en 1933 “La Verónica”, en 1959 son traídos los dos últimos, siendo ellos, “El beso de Judas” y “La caída”. La bendición de cada paso era un acontecimiento especial al que se invitaba a lo mas granado de la sociedad guatemalteca nombrándolos “padrinos”. El paso de La sentencia fue bendecido el 13 de marzo de 1932, tercer domingo de cuaresma, siendo uno de los padrinos de la ceremonia el General Jorge Ubico, entonces Presidente de Guatemala.
Los pasos vinieron a sustituir a lo tradicional, a lo que durante tantos años había formado parte del cortejo procesional como son los ángeles llorones, varones, romanos, insignias y Vía-Crucis.
Con el terremoto del 4 de febrero de 1976 los pasos resultaron seriamente dañados por lo que no salieron durante los años 1976 y 1977, para la Semana Santa de 1978 ya habían sido restaurados 5 que son los que salieron ese año y en 1979 ya estaba completo el grupo de los 9 pasos originales.
Originalmente eran llevados en hombros, ya dijimos que antes primero se era cargador de pasos y, al año siguiente, ya se podía cargar al Señor. En años posteriores, por cada turno del Señor Sepultado, cada hermano recibía 2 turnos de pasos, de 2 cuadras cada uno.
Así se hizo hasta que en 1974, debido al peso y la merma en el número de personas que querían cargarlos, se mandó hacerles carrozas como se pueden ver en la actualidad, las originales tenían llantas pequeñas y sin ningún tipo de amortiguación lo que provocaba un impacto muy fuerte en las imágenes cuando se pasaba algún bache o una separación en el asfalto, además tenían alegorías y heráldicas familiares hasta que en la década de los 90 se les coloca sistema de amortiguadores con llantas inflables y guiados por un timón para hacer mas fácil maniobrarlos en la calle y los faldones totalmente de color negro con los escudos de la hermandad y de la orden de Predicadores como se conservan en la actualidad.
Posteriormente, en 1998 y 1999, utilizando como moldes las imágenes de los pasos traídos de España, se fabrican 6 nuevos pasos en fibra de vidrio: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén, segunda y tercera caídas, el despojo, la crucifixión y el descendimiento para completar el via crucis que precede las andas del Señor.
No podemos terminar sin hablar del paso mas antiguo que hay en Guatemala, nos referimos al llamado paso de “La muerte”, éste es mencionado ya en los archivos de la hermandad a mediados del siglo XIX, y significa: “Con su cruz venció a la muerte, al demonio y al pecado”, de ahí los elementos que vemos en su conformación: El ángel con la cruz, la muerte representada por un esqueleto, la serpiente que representa al demonio y la manzana que significa el pecado. Es el paso que abre la procesión y para muchos puede pasar desapercibido, no obstante, contiene un profundo significado.