Conoce la bella letra de la marcha Jesús del Consuelo.
En un ensamble entre la banda de filarmónicos y el coro de la hermandad se escuchan las notas de “Jesús del Consuelo” marcha fúnebre compuesta por el religioso franciscano Fray Miguel Murcia; esta composición fue dedicada a la imagen del Nazareno Recoleto en 1956.
La marcha posee letra, obra de don Mario Sandoval Figueroa, uno de los fundadores del periódico matutino Prensa Libre y publicada en 1961. (PL)
Ese mismo año se estrena la marcha Jesús del Consuelo compuesta por Fran Miguel Ángel Murcia que al mismo tiempo que «Sudor de Sangre» se convirtieran en las oficiales del cortejo procesional del sábado anterior a Ramos.
Ese año fue especial, Fray Miguel Ángel Murcia antes de entregar esta obra musical, también entrega un poema dedicado a Jesús del Consuelo, que sin duda alguna demuestra el amor a la imagen del nazareno:
“Bella imagen expresiva y milagrosa, son tus ojos un abismo de ternura, que al mirarnos se hace dulce la amargura, transformando nuestra espina en bella rosa. Nueva marcha te dedico, Jesús bueno… puse en ella toda mi alma y corazón, y escuchando sus cadencias melodiosas con plegarias y oraciones fervorosas yo quisiera aliviarte en tu dolor. En la parte primera de mi marcha…van tus penas y angustias expresadas va tu cruz tan terrible, tan pesadas tus caídas, tus quebrantos, tus profundos dolores y tus llantos.”
Te compartimos la letra de la marcha Jesús del Consuelo:
Adorable Jesús del consuelo,
Fuente eterna de paz y bendición,
Nuestras almas indignas del cielo,
Otra vez te suplican perdón.
Te rogamos nos cubras con tu velo,
Que disipa la angustia y la opresión,
Y nos nutra el viviente arroyuelo,
De la sangre de tu corazón.
Con tu amor paternal sin paralelo
,La amargura se vuelve una canción,
Desaparecen las horas de duelo,
Y es el alma feliz oración.
Deja pues oh Jesús del consuelo,
Se realice esta humilde ambición,
Y nuestra alma se torne un pañuelo,
Con la mas admirable impresión.
Pero también ansiamos prometerte,
Que a lo largo y ancho del sendero,
Ira un amor constante, puro y fuerte,
Tras de tu amor, tras de tu amor como un lucero.
Así estarás reinando en nuestras vidas,
Como ha sido por siempre tu deseo,
Se borraran las llagas escondidas,
Al confesar, al confesar “en ti yo creo”.
En pos de ti que venga con dulzura,
Perfumado clavel al medio día,
El manantial mayor de la hermosura,
La angelical, la angelical virgen Maria.
Oh redentor, oh Jesús del consuelo,
Alimento supremo de la vida,
Deja que un día veamos en el cielo,
Tu dulce faz, tu dulce faz enternecida.