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La urna inspirada en la del Señor Sepultado de Santo Domingo

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En 1915 como parte de una estrategia del régimen de Estrada Cabrera para promocionar a Guatemala en el extranjero y lograr la inversión foránea, además de demostrar los avances de su gobierno, se creó EL LIBRO AZUL DE GUATEMALA.

Talleres de Julio Dubois, se ve en una de las fotos realizando al Señor Sepultado de la Parroquia la Merced en la Ciudad de Guatemala.
Talleres de Julio Dubois, se ve en una de las fotos realizando al Señor Sepultado de la Parroquia la Merced en la Ciudad de Guatemala.

En donde destaca una página al escultor Julio Dubois, el original escultor con ese nombre porque hoy muchas marcas comerciales usan dicho nombre para vender arte popular, en donde se le ve tallado la imagen del Señor Sepultado de la Iglesia de la Merced de Guatemala, pero al fondo a la izquierda podrán observar la talla de la urna del Señor Sepultado de San Marcos, ya que hemos comprobado por la firma y año que aparece en dicha urna, así como el contrato respectivo la hechura de la misma.

Esta urna fue inspirada en la urna del Señor Sepultado de Santo Domingo y fue donada en 1,915 por un grupo de distinguidos señores entre los que destacan el licenciado José María de los Santos Reina Andrade quien hizo los contactos con el escultor y el ingeniero Francisco Mejicanos Valenzuela, mi tatarabuelo de los pocos católicos practicantes no masones en aquella época en San Marcos.

La Urna inspirada en el Señor Sepultado de Santo Domingo
La Urna inspirada en el Señor Sepultado de Santo Domingo

La urna tiene tallados querubines en las esquinas y debe ser inspirada en la de Santo Domingo, que para esos tiempos los querubines de esa urna no tenían cuerpo.

Años después también encargan con el escultor Antonio Montúfar otra imagen del Señor Sepultado de tamaño natural, se tienen pues de estos dos escultores considerados junto a Huberto Solís y Santiago Rojas, los últimos maestros en la buena escultura y técnica del siglo XX de quienes tenemos obras, excepto de Solís y Rojas.

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