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La Urna de Jesús Sepultado de San Felipe

Conoce la historia de la urna de Jesús Sepultado de San Felipe.

La introducción de las urnas en las procesiones del Santo Entierro en Guatemala fue realizada por los españoles en el proceso de Evangelización Cristiana de 1524 a 1821 por medio de la Iglesia Católica quien rigió el sistema de reproducción de las ideas y cuya política emanaba de la ciudad de Santiago de Guatemala antigua capital del Reino.

Esto determinó una evolución en el estado de las urnas que vino a confirmar el tiempo reflejando las necesidades de las conmemoraciones del Viernes Santo.

Algunas veces es probable que con materiales retranqueros se confeccionaran en el país algunas urnas posibilidad que cabría en la urna del Señor Sepultado del Templo de la Merced de la Antigua Guatemala que según el historiador Juan Alberto Sandoval habría pertenecido antiguamente al Cristo Yacente de San Felipe de Jesús en las afueras de dicha ciudad.

El mismo historiador comentó que en la Iglesia de San Felipe cuyo templo habría sido terminado en el año de 1923 en un esfuerzo del pueblo católico encabezado por el recordado Padre Guitart, en la Iglesia se colocó una urna estilo neogótico elaborada en Francia según se puede deducir en una inscripción situada en la cabecera exterior en la misma que dice «Maurice Lenain Farricant, 34 Rue Sulpice, París».

El estilo de la urna coincide con algunos rasgos de la escultura del Señor Sepultado que presenta ciertas reminiscencias del alargamiento de la figura humana propia del estilo gótico, el atuendo del Señor fue enriquecido con un bello resplandor que enmarcaba su rostro junto una cabellera barroca y vestiduras bordadas con oro y plata siendo depositado el Señor de manera delicada en su nueva urna sobre cojines también bordados de los mismos materiales.

El impacto de esta reinterpretacion en la presentación matizado de sabor chapin, impacto incluso hasta la fábrica «El Arte Católico» de Francisco Bochaca de Barcelona España al grado de hacer una nueva creación en los objetos que exponía a la venta internacional como el artículo No. 1585 que describe como «Rico retablo representando a Jesús en el Sepulcro ejecutado en madera tallada» en el año de 1940 se formó un comité en la Iglesia de San Felipe de Jesús durante el período de la presidencia de don Guillermo Alvarado según consta en un documento encontrado en el archivo de CIRMA en la página del imparcial del jueves 13 de marzo para dotar a la procesión del Viernes Santo de una nueva urna procesional (pues anteriormente se utilizaba la urna de la Iglesia de la Merced siendo presidente de ese entonces don Antonio Ordoñez) cuyo diseño fue encargado al artista Rodrigo Coronado y fue realizada por dos magníficos ebanistas antigueños, el maestro Francisco Paz Moran director artístico de la obra y el joven tallador Fidel Guerrero que colaboró eficazmente en la realización del trabajo, los 4 angelitos que sostienen la urna fueron tallados por Fidel Guerrero como un aviso de los que sería años después un artista y delicado tallador, como muestra de lo que son capaces los artistas talladores antigueños, la urna se se exhibió en las vitrinas de la empresa eléctrica de la ciudad de Antigua Guatemala de donde fue trasladada en procesión sobre un andaría de 20 brazos hacia San Felipe con redoblantes la cual fue una novedad a finales del mes de marzo de 1941 la urna fue bendecida por el jefe de la Iglesia Guatemalteca Monseñor Mariano Rosell Arellano para apadrinar la bendición de designó un buen número de personas honorables de la localidad así como de la capital también se contrato una orquesta digna del acto que se celebró con una Misa solemne en el altar mayor, la cual fue estrenada el Viernes Santo del año 1941 con motivo de la ampliación del itinerario de la procesión que llegó por primera vez a la Plaza de armas en la Antigua Guatemala.

A la fecha se sigue procesionando siendo sometida en los últimos años a un proceso de conservación por medio del Señor Bernabé González vecino de la aldea de San Felipe que ha colaborado con la hermandad dándole el mantenimiento adecuado, siendo una tradición y por recomendaciones para conservar mejor a la Milagrosa Imagen se continúa la tradición de llevar a las procesiones el Viernes Santo a la Imagen de Jesús Sepultado en su urna tradicional.

Texto sacado del libro: Santuario de la Fe