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La restauración de Jesús Nazareno de la Caída de San Bartolomé Becerra: una reseña histórica

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Por: Lic. José María Muñoz Álvarez / Técnico en restauración y licenciado en arte

A mi llegada como Jefe de la Sección de Bienes Muebles del Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala, CNPAG, en octubre del año 2,002. Me disponía a trasladarme a un registro de imágenes en San Juan del obispo cuando un grupo de personas me abordó junto a un periodista, para saber si la imagen de Jesús de la Caída se encontraba en el
Consejo, mi respuesta fue que no teníamos conocimiento del paradero de la imagen.

Al poco tiempo se estableció que se encontraba en un taller de restauración particular en la ciudad capital. Fue el inicio de la polémica que llegó hasta los tribunales y con ello su posterior traslado a la Sección de Bienes Muebles del CNPAG.

Por resolución del Juez que conoció el caso, la imagen fue intervenida finalmente en el Consejo, dónde correspondía, a su llegada y después de practicarle una evaluación de su estado se determinaron los daños que presentó y el tratamiento a realizar. Corría el año 2,005 cuando se efectuaron los trabajos, los brazos se encontraban unidos al cuerpo por piezas de metal y un perno que daba movimiento a los mismos, agregado realizado en la “muy mala intervención” del año 2,002.

Asimismo, le colocaron una estructura de metal para cargar la cruz, que no cumplía su cometido ya que esta se encontraba atornillada a la imagen y la estructura soldada sobre la misma lo que le ocasionó algunas quemaduras en el encarnado y madera, repintes innecesarios, pintura de sangre en los ojos, entre muchas cosas, en fin, se dio inicio con los trabajos de restauración de Jesús Nazareno de la Caída.

Los trabajos de restauración de Jesús Nazareno de la Caída:

  • Registro fotográfico (inicial previo a intervenir la imagen)
  • Historia clínica y control de procesos
  • Retiro de elementos metálicos y estructura para cargar la cruz mal elaborada
  • Eliminación de repintes
  • Pegar la imagen, el torso y la cintura estaban unidos solo por una plancha metálica
  • Elaboración de nueva estructura para cargar la cruz, sin que la imagen soporte el peso
  • Toma de rayos “X” al brazo derecho para corroborar algún corte
  • Corrección de los brazos, especialmente el brazo derecho
  • Colocación de injertos y resanes
  • Imprimación en las partes donde se realizaron resanes
  • Integración de color en las partes donde la policromía se encontraba perdida o dañada
  • Elaboración de pestañas y colocación de las mismas
  • Detalles finales y otros
  • Registro fotográfico durante todo el proceso de restauración

Muy importante en esta nota, y que debe una mención especial es el punto medular de esta restauración, donde destaca un detalle importante dentro de muchos que tuvo el proceso: ¿Y cuál era el problema medular o central? es la pregunta.

En la etapa del juicio, el informe del IDAEH decía en una parte, que, al ponerle los brazos mediante unas planchas de metal y un perno, “…ahora la separación de la mano con la peaña (o peana) es de 16 cms…” además no
conocían algunas fotografías de una cuña entre el hombro y el brazo que había sido eliminada.

Los querellantes exigían que se le agregaran 16 cms al brazo, asumiendo que el informe del IDAEH hacía referencia a lo que popularmente se creía, que se le había cortado el brazo derecho a la imagen, lo cual era incorrecto porque en ningún momento el informe indicaba que se le hubieran cortado 16 cms.

En el trabajo de restauración, se le agregó la cuña eliminada, la cual fue eliminada para ponerle la plancha de metal y un perno. Con la cuña correspondiente, se colocó el brazo en posición correcta, quedando del mismo largo ambos brazos y la separación de la mano a la peaña quedó en 11 cms.

Los restantes problemas de cambios que se le realizaron, todos fueron corregidos, cumpliendo así, el principio que: restaurar es devolver a su estado original, en este caso la imagen. La cual fue entregada antes de la Semana Santa del año 2,006, después de casi un año de trabajo.

Parte de mis palabras el día de la entrega y con lo que finalizo esta pequeña reseña histórica, fue: “…A LO LARGO DE LA VIDA DE CADA UNO DE NOSOTROS, SIEMPRE OCURREN ACONTECIMIENTOS ESPECIALES Y QUE NOS DEJAN UNA HUELLA IMBORRABLE EN LA MEMORIA.

LA EXPERIENCIA HA SIDO MÁS BIEN UN PRIVILEGIO DEL CUAL ME SIENTO AGRADECIDO, PUES SE CUMPLIÓ A CABALIDAD UNA TAREA POR DEMÁS IMPORTANTE Y DELICADA, LA CUAL SURGIÓ DESDE EL AÑO DOS MIL DOS, CUANDO TOMÉ POSESIÓN DEL CARGO QUE DESEMPEÑO EN LA SECCIÓN DE RESTAURACIÓN DE BIENES MUEBLES DEL CNPAG.

…JESÚS NAZARENO DE LA CAÍDA SE ENCONTRABA EN PROCESO DE
RESTAURACIÓN, Y ME SORPRENDIÓ QUE NO FUERA ACÁ EN EL CNPAG.
POSTERIORMENTE YA CONOCEMOS LO ACAECIDO…

LA TAREA TUVO TAL FUERZA A NIVEL PERSONAL QUE ESTABLECÍ EL
COMPROMISO A LAS AUTORIDADES, A LA HERMANDAD Y EN GENERAL AL
PUEBLO CATÓLICO QUE SE INTERVENDRÍA LA IMAGEN COMO ACOSTUMBRAMOS HACERLO EN LA SECCIÓN DE BIENES MUEBLES DEL CNPAG…

…HOY SOLAMENTE PUEDO DECIR QUE ME SIENTO SATISFECHO DE HABER
CUMPLIDO CON EL COMPROMISO ASUMIDO. CIERTAMENTE FUE UNA
RESPONSABILIDAD MUY GRANDE, HABER TENIDO A LA CONSAGRADA IMAGEN DE JESÚS NAZARENO DE LA CAÍDA DE SAN BARTOLOMÉ BECERRA, BAJO NUESTRO CUIDADO EN CUANTO A SU RESTAURACIÓN.

…TAMBIÉN LA REVERENCIA QUE LA MISMA DESPIERTA Y COMO BIEN LO
SABEMOS, LO QUE REPRESENTA PARA EL PUEBLO CATÓLICO ANTIGÜEÑO Y GUATEMALTECO EN ESTE SENTIDO, PUEDO DECIR QUE YA TENGO UN TROZO DE LA HISTORIA DEL NAZARENO ATADO A MI HISTORIA PERSONAL, LO QUE CONSIDERO COMO UN REGALO ÚNICO Y POR LO MISMO, SIEMPRE GUARDARÉ CON ESPECIAL AFECTO Y RESPETO.

QUIERO CON TODA HONESTIDAD Y SINCERIDAD DE LA FORMA MÁS HUMILDE QUE EXISTE DENTRO DE MI SER DAR LAS GRACIAS AL EQUIPO DE LA SECCIÓN DE BIENES MUEBLES POR EL TRABAJO REALIZADO, Y HACER ENTREGA DE LA IMAGEN DE JESÚS NAZARENO DE LA CAÍDA DE
SAN BARTOLOMÉ BECERRA, RESTAURADA, AL SEÑOR CONSERVADOR DE LA CIUDAD, ARQ. ANTONIO TOVAR.

MUCHAS GRACIAS.”

José María Muñoz Álvarez

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