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La angustia se convirtió en consuelo con Jesús del Consuelo

Anécdota de Stuardo Martinez

Jesús del Consuelo (3)

Llevaba varios años tratando de averiguar más fechas para poder inscribirme para ir a cargar a Jesús del Consuelo en su procesión de Sábado anterior a Ramos, hasta que el año pasado me enteré de la fecha, seria el 29 de noviembre, me informe mucho sobre los horarios y que tendría que llevar ya que sería la primera vez que iría a hacer cola a una iglesia para poder cargar.

Yo estaba tan emocionado por poder ir, le conté a mi familia, amigos y compañeros de trabajo, decidí que esa noche llegaría a hacer cola a las 2 de la mañana con tal de poder cargar a Jesús del Consuelo, llegó esa madrugada y me fui con mi uniforme de trabajo ya que al salir de la iglesia me iría a trabajar, entraba a las 10 de la mañana, y estaba decidido en que si tendría que avisar en mi trabajo que llegaría tarde, lo haría.

Mi cuñado me fue a dejar a la iglesia, y me quede asombrado por la cantidad de personas que habían, ya que empecé a hacer cola sobre la 2 calle, cargaba unas galletas y agua por si me daba hambre,  me quede dormido por unos momentos y cuando vi ya la cola empezó a caminar por que empezaron a dar los números y la emoción que empezó a recorrer mi cuerpo era impresionante, ya estaba llegando a que me dieran el numero cuando de repente le dijeron al chavo que estaba enfrente mío «disculpe, pero ya se acabaron todos los números».

Jesús del Consuelo (1)

En ese momento me quede frío y sentí algo tan feo, incluso me puse a llorar. Tuve que regresar a mi casa con ese sentimiento de tristeza, dormí un rato y me fui al trabajo.

Pase con ese sentimiento feo por mucho tiempo, veía que mis amigos iban por su turnos y me sentía mal, me desanime y dije que mejor este año no iría a hacer cola para el otro año.

Faltaban pocos días para que llegara Sábado anterior a Ramos y algo dentro de mi me dijo que llegara a la procesión con traje, a pesar de que no tenia turno, y así fue, salí de trabajar a las 7pm e inmediatamente me fui a buscar la procesión.

Iba con la bolsa del traje y con la mochila del trabajo, me junte con un amigo y ahí anduve con esperanzas de poder llevarlo en hombros.

Jesús del Consuelo (2)

Cuando llegamos a la primera avenida mi amigo me dijo que veríamos si habría algún turno donde podrían meterme, así que empezamos a caminar, en ese momento le dije a Jesús del Consuelo que si me daba la oportunidad de llevarlo en hombros yo me quedaría hasta la entrada aunque trabaje domingo, y que el domingo de ramos yo iría a comprar mis ramos a La Recolección y que llegaría a verlo y a agradecerle.

Cuando llegamos donde estaban armando un turno, me quede atrás viendo si haría falta alguien y una persona de la hermandad solo me ve y me dice «tu tienes que cargar en este turno», cuando me dijo eso me metió al turno y mi cuerpo empezó a temblar de la emoción,  cuando el anda estaba llegando y nonos colocamos de rodillas mis lágrimas empezaron a caer, me toco el turno 52, brazo 112 y la marcha Caridad de Guadalquivir.

Las lágrimas corrían mientras cargaba a Jesús, cuando terminó el turno le agradecí infinitamente por haberme dado el honor y le prometí que este año iría a hacer cola de nuevo, tenga que llegar a la hora que tenga que llegar, y cumplí llegar hasta la entrada, y al día siguiente también cumplí lo prometido, entre a ver a Jesús y aun estaba en su anda procesional, me acerqué y le di de nuevo gracias.

Esto me enseñó a que si de verdad quiero algo con todo el corazón,  se puede lograr, ahora cada vez que paso por La Recolección, paso a ver a Jesús del Consuelo, sin duda esto ha sido lo mejor de mi cuaresma y semana santa.

¿Cómo fue tu primera vez cargando? comparte tu testimonio que demuestra lo hermoso que es nuestra forma de vida como un Cucurucho.

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