La actual Parroquia de Santo Domingo, hoy Basílica de Nuestra Señora del Rosario, es el tercero que han construido los padres dominicos desde su llegada a Guatemala, en 1529, encabezados por fray Domingo de Betanzos.
Fue en Ciudad Vieja donde construyeron un templo pequeño y habían comenzado a construir uno mayor cuando se destruyó la ciudad la noche del 10 al 11 de septiembre de 1541 a causa de las correntadas que bajaron del volcán de Agua.
Para prevenir nuevas desgracias se decidió trasladar la ciudad a otro lugar, se escogió el valle de Pancàn, el Tuerto o Panchoy.
El ayuntamiento celebró su primera sesión en la nueva ciudad el 10 de marzo de 1543, fecha que se acepta como la de fundación de la ciudad que hoy se conoce como Antigua Guatemala.
Una nueva Parroquia de Santo Domingo
Las autoridades entregaron a los padres dominicos unos terrenos para la construcción del templo y convento, de inmediato levantaron una iglesia provisional hecha de cañas tapadas con barro y tejado de heno.
En 1548 empezaron a levantar la iglesia y convento formales, pero por falta de recursos materiales tardaron 118 años los trabajos hasta dejar completa la obra en 1666.
Los terremotos de San Miguel del 29 de septiembre de 1717 dañaron la iglesia la que fue reparada según cuenta el cronista fray Francisco Ximénez en su “Historia de la provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala”.
Pero los terremotos de Santa Marta del 29 de julio de 1773 destruyeron el templo así como la mayor parte de la capital del reino.
El rey de España ordenó el traslado de la ciudad al valle de la Ermita. Hoy se yergue un hotel de reconocido prestigio en el sitio donde se encontraban la iglesia y el convento de Santo Domingo.
El capitán general del reino, don Martín de Mayorga, instaló el ayuntamiento en la nueva Guatemala el día 2 de enero de 1776, luego se entregó un sitio a los dominicos para que edificaran nuevamente la iglesia y su convento en el lugar donde actualmente se encuentran.
Don Pedro Garci-Aguirre dirigió la construcción como ingeniero voluntario, falleció en 1809 un año después de terminada la iglesia y fue enterrado en un nicho del presbiterio.
La obra se inició a principios de febrero de 1788 siendo provincial el padre Carlos Cadena, a principios de 1790 estaban ya construidos los cimientos, para 1792 ya estaban levantadas las paredes del templo a una altura de cinco varas.
El 4 de agosto de 1791 el padre General escribía al padre Cadena aconsejándole hacer algo bueno y sólido para no desperdiciar el dinero, la piedra para la construcción la sacaban de unos cerros en la aldea Las Vacas, revolviendo a la mezcla miel de caña que traían de la hacienda que los dominicos tenían en San Jerónimo Verapaz y leche de la hacienda El Rosario en Amatitlán, con lo cual se le daba mas consistencia.
Aunque la Parroquia de Santo Domingo se utilizó antes de ser terminada, la obra total fue concluida y se abrió al culto en noviembre de 1808, siendo provincial el padre Antonio Ibáñez.
La iglesia sufrió daños con los terremotos de 1717-18 siendo reparada. Con el terremoto del 4 de febrero de 1976 se vuelve a dañar, esta vez de forma más severa, permaneciendo cerrada durante el tiempo que duró su reconstrucción, siendo abierta nuevamente el domingo 30 de septiembre de 1979 después de realizarse una procesión de traslado con las imágenes del Señor Sepultado, Virgen del Rosario y Santo Domingo de Guzmán desde su iglesia provisional, situada en el centro social dominicano “Jesús Obrero”, hacia la Basílica.
Por último, cabe señalar que el 27 de septiembre de 1970 Su Santidad el Papa Paulo VI elevó a la dignidad de Basílica menor bajo la advocación de la Santísima Virgen del Rosario, la Parroquia de Santo Domingo.
Por: Edwin García.