22 DE AGOSTO
FIESTA DE LA REALEZA DE MARÍA
«SANTA MARÍA REINA»
A los siete días de haber celebrado la fiesta de la Asunción de Maria a los cielos sin haberse corrompido su cuerpo virginal, del que nació Cristo, honra la Iglesia con esta festividad que viene a ser como una continuación lógica de aquella.
22 DE AGOSTO
FIESTA DE LA REALEZA DE MARÍA
«SANTA MARÍA REINA»
A los siete días de haber celebrado la fiesta de la Asunción de Maria a los cielos sin haberse corrompido su cuerpo virginal, del que nació Cristo, honra la Iglesia con esta festividad que viene a ser como una continuación lógica de aquella.
María, por ser Madre de Jesús, el Redentor y Señor del Universo, participa en la soberanía y realeza de su Hijo, que es Dios y que con toda razón pudo de decir: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra».
En el Antiguo Testamento se dan figuras o tipos de la Realeza de Maria: Varias mujeres prefiguraron, con los propios defectos de toda figura, a la que había de ser la Reina del Universo, Maria Santísima: Esther, Betsabe… a su modo prefiguraron, por el amor que el Rey les tenía y por el poder que les dio, el inmenso amor que Jesús—Rey del Universo— profesa a su Madre Maria y el haberla hecho Mediadora Universal de todas las gracias.
Esta doctrina ha sido enseñada siempre por los Santos y por el Magisterio de la Iglesia. El Papa Sixto IV, el 28 de febrero de 1476, escribía en la Constitución Apostólica Cum praeexcelsa: «Al meditar y considerar devotamente las insignes excelencias de los meritos por los cuales la Reina de los cielos, Virgen Madre, gloriosísima de Dios, encumbrada sobre los tronos celestiales, brilla entre los astros como estrella de la mañana»… León XIII, en 1894, añadía: «La Virgen esta realzada con diadema de estrellas por su Hijo Dios, sentada ante Él como Reina y Señora del Universo».
Todos los Santos a una han cantado su realeza. He aquí unos cuantos ejemplos: San Andrés de Creta: «Salve, Reina de todo el genero humano». San Juan Damasceno: «Maria como Reina, Soberana, Señora y Madre verdadera de Dios, fue trasladada a las regias mansiones de los cielos, y puesta en posesión de los bienes de su Hijo, para que reciba los homenajes de toda criatura… porque el Hijo sometió a su Madre todos los seres creados».
Fuente: Rafaes