(Texto original de Jorge Morales)
Fue en 2013, cuando con mi hermana fuimos a adquirir turnos para la Semana Santa de ese año. Nos dirigimos al templo mercedario ya que, por iniciativa de nuestra abuela, quien le tiene mucho cariño a Jesús Nazareno, nos dijo que quería vernos llevando en hombros a estas bellas imágenes.
A mí me dieron mi contraseña y a mi hermana le dieron la opción de escoger el numero que ella quisiera, ella pidió el 52 y del lado derecho.
Transcurrió la cuaresma y llegó la tan ansiada entrega de turnos y me dieron el mío. Dentro de mi familia tenemos, más que una tradición, una devoción especial: abrir nuestros turnos solamente enfrente de las imágenes para pedirles su bendición y así poder acompañarlas en sus recorridos sin ninguna novedad que se presentase, hasta el momento de llevarlas en nuestros hombros.
Destape el turno y mi sorpresa fue que tenía el número 52 y del lado derecho, mire a mi hermana, me abrazó y nos hincamos para darle gracias por esta bendición tan especial, poder cargar en la misma cuadra y del mismo lado, así mi abuela pudo vernos juntos, como ella tanto lo quiso.
Además, la marcha que interpretó la banda con el «Patrón Jurado» fue “El señor de las Angustias”, marcha oficial de la imagen de mi infancia y a quien mi familia le tiene una devoción y cariño especial en el barrio de la zona 7.
Es por ello por lo que el año 2013 quedó marcado en nuestra familia y como promesa a Jesús de la Merced, mi hermana y yo cargaremos en el Templo de la Merced todos los años hasta que él lo permita. ¡Gracias Señor de la Merced por esta dicha en mi Corazón!
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