Como despierta esa devoción tan única e inicia esta bella penitencia de ser un Cucurucho en Guatemala
Muchos de nosotros los Cucuruchos empezamos nuestra devoción en brazos de nuestros padres. Ir recostado en el pecho de tu padre o madre bajo el anda de la imagen de la devoción de ellos es el punto de partida de tan bella elección de ser un Cucurucho en Guatemala.
Al poder caminar, de la mano de tu padre o madre, ves y empiezas a comprender poco a poco lo que significa ser un devoto cargador.
Llegó la hora de cargar, papá o mamá nos enseñaron como se vive una verdadera penitencia y una verdadera manifestación de Fe. Es nuestro turno, de por primera vez llevar en «hombros» a Jesús o a María como ellos lo hacen…
Papá emocionado, pendiente de las publicaciones de Cucurucho en Guatemala, sabe que día venderán los turnos en la iglesia que asisten. Mamá alista nuestra túnica o vestido para poder participar de las procesiones que ellos tanto veneran.
Papá nos lleva a la procesión, el está orgulloso que su retoño sea partícipe de la procesión igual que él.
Se reviste de morado penitente para poder acompañarnos a la par de nuestro turno. Nos lleva a la esquina de nuestro turno, emocionado ve como el «pasito» llega. Nos santigua y nos acompaña en la cuadra.
Es la primera vez que sentimos el peso sobre nuestros hombros, papá llora de emoción, mamá afuera en la acera contrata a un fotógrafo que saca la «instantánea» para guardar el momento.
Toma su celular y graba el momento, rodando lágrimas en sus mejillas al ver que ese pequeñ@ ya es todo un Cucurucho de Jesús o de la Virgen.
Con forme pasan los años, pedimos a nuestros padres nos compren turnos en otros cortejos, nos empieza a nacer una devoción propia hacia cierta imagen o templo. Empezamos en las procesiones que son el semillero de los cortejos «grandes».
Otros comienzan siendo «SanJuaneros» y empiezan acompañando al Apóstol fiel de Jesús. Lo importante es acompañar a el Salvador en su dolorosa Pasión, y/ o a la Santísima Virgen, siempre fiel a su Hijo.
Después de ser el »Semillero», ya hemos crecido lo suficiente, y nos nace el querer cargar a Jesús, como papá, o a la Santísima Virgen como mamá. Uno de los momentos especiales es cuando al »cartabonearnos» nos dicen que »si damos el alto»
¿Quién no recuerda su primer turno de «Jesús Grande»? En caso de un servidor, fue con Jesús de la Indulgencia, cuando aún hacia su paso por el Barrio Gerona. Ya han pasado algunos ayeres pero aún lo recuerdo como si hubiese sido esta Semana Santa. Retornaba yo de acompañar a mi padre en el Cortejo de la Reseña.
Luego de almorzar decidimos hacerle encuentro a la Venerada Imagen. Como era costumbre de él, corrimos un poco y alcanzamos el cortejo antes de su ingreso al Barrio Gerona. Recuerdo yo iba vestido de traje al igual que él. En el crucero de la 12 avenida y 15 calle «A» uno de los encargados nos fue a hablar y nos invitó a participar en el cortejo. Triste pensé solo sería mi papá quien podría llevarlo en hombros, pero para mi sorpresa, y la de él, el encargado me llamó a mi también.
¡Qué momento tan especial pude vivir, logré llevar en hombros a Jesús «De Los Grandes», cargué en el mismo turno de mi papá, y por si fuera poco la siguiente cuadra faltó el hermano de mi brazo y cargué 2 cuadras seguidas! Tantas emociones me hicieron olvidar que el peso del anda era tambien ya «Grandes» Ya han pasado 15 años de ese momento que atesoró con mucho cariño. Y así empezó mi devoción a Jesús de la Indulgencia y fue mi primer turno de Cucurucho «Grande«
Y tú ¿cuándo hiciste tu «salto» a las procesiones grandes? ¿y con qué Cortejo lo hiciste?